Por la bajante del río, la arena cerró un canal del río Corriente que llega al Paraná, el Torello, cerca de la localidad de Esquina. Ante ese panorama, un grupo de empleados municipales decidió abrir una zanja para que el agua circule, ya que podría afectarse el sistema de distribución domiciliaria del vital elemento.

El trabajo no se hizo con máquinas sino con palas y llevó días. Esteban Teby Masine, el líder del grupo, dijo que la zanja mide unos 120 metros de largo, con 1,50 m de profundidad y 1,20 m de ancho.

El dragado es “para que entre agua del Paraná al río Corriente”, que pasa por Esquina. El hidrómetro local marcó ayer 1,04 metros.

“El Paraná tiene mucha correntada y, con la ayuda del viento y la corriente, está entrando algo de agua. No mucha todavía”, dijo Masine La zanja va desde la finalización del canal Torello hasta el Paraná, en busca de algo de agua.

Ese canal fue abierto hace décadas para conectar el río Corriente con el Paraná, a la altura de Esquina, del mismo modo en que el grupo de municipales lo hizo hace días.

Masine explicó que ese trabajo no se puede hacer con máquinas porque el río está muy bajo. Acceder al lugar con máquinas “es imposible”. “Hay partes muy hondas y partes muy playas. Hay lugares en que tenemos que pasar con el motor de la lancha levantado”, aclaró.


La bajante del río es de tal magnitud que no se puede navegar. Se corre “el riesgo de romper el motor, alguna hélice” de la lancha, contó Masine, y dijo que en la zona “hay muchos peces muertos”, entre ellos surubíes.

Pese a todo, “hay pesca indiscriminada”. “Para la época de Semana Santa, pescaron de todas las especies. Hubo gente pescando y vendiendo, acá cerca del pueblo. Algunos venían de enfrente, de la costa santafesina”, comentó.

Lunes, 27 de abril de 2020