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La peor confesión: "Llegaba borracho y el club mentía"
"Sólo me sentía feliz bebiendo, todas las noches. Bebía todo lo que me ponían delante: vino, whisky, vodka, cerveza... mucha cerveza" reconoció muy sinceramente hace años, aquel temible delantero brasileño que brilló en su etapa en el Inter de Italia, lo que le valió el apodo de "emperador".
Pero no todo fueron rosas. Tras la muerte de su padre en 2005, se vio sumergido en una depresión de la que no supo salir, al menos en el equipo italiano, y motivó su salida en 2009.
"Llegaba borracho los entrenamientos, me llevaban a dormir a la enfermería y decían a la prensa que sufría dolores musculares"
"Sólo yo sé cuanto sufrí. La muerte de mi padre me dejó un vacío enorme, acabé sintiéndome muy solo y me aislé cuando murió. Fue lo peor. Me vi solo, triste y deprimido en Italia, y es cuando empecé a beber" contó.
Y obviamente, este comportamiento errático afectó su carrera en el Inter: "No sabía cómo disimularlo, llegaba borracho por la mañana a los entrenamientos. Me presentaba aunque estuviese borracho del todo. Entonces me llevaban a dormir a la enfermería y decían a la prensa que sufría dolores musculares".
Domingo, 26 de abril de 2020
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