La regla de oro en esta cuarentena es mantenerse a más de un metro de distancia, de ser posible a dos . Se supone que esa es la distancia segura si una persona cercana tose o estornuda y está infectada de coronavirus , esparciendo microgotas que pueden contener partículas virales.

Y los científicos concuerdan en que dos metros de distancia es una distancia mínima práctica y razonable, pero algunos recomiendan guardar incluso mayor distancia .

Los famosos dos metros no son un número mágico que garantiza completa protección . Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades, una de las instituciones norteamericanas que aplica y promueve esa distancia, basa sus recomendaciones en la idea de que la gran mayoría de las microgotas que expulsamos al toser o estornudar caen al piso a no más de dos metros de distancia .

Pero algunos científicos que estudiaron los flujos de aire están preocupados por las partículas más pequeñas, llamadas aerosoles , y nos sugieren tomar en cuenta otros factores, como la vulnerabilidad de la propia salud o el hecho de si estamos al aire libre o en un lugar cerrado, antes de decidir si dos metros es distancia suficiente.

Según estudios recientes, por ejemplo, los estornudos pueden lanzar microgotas mucho más lejos que dos metros.

Pero eso no quiere decir que ningún científico está proponiendo un cambio total de comportamiento o sugiriendo que hay otra distancia puntual que sea la correcta.

"Todo es cuestión de probabilidades", dice el doctor Harvey Fineberg, director del Comité de Enfermedades Infectocontagiosas y Amenazas Sanitarias del Siglo XXI de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos. " Dos metros y medio son mejores que dos. Dos metros son mejores que uno. En cada punto de esas distancias, las gotas más grandes ya habrán caído. Estar fuera del alcance, por ejemplo, de una escupida, sería todavía más seguro , pero alrededor de dos metros es una distancia muy aceptable."

Uno de los factores que complican la ecuación es que los aerosoles, esas microgotas aún más pequeñas que las personas pueden emitir al respirar o hablar, también cumplen un rol en la propagación del coronavirus . Algunos estudios revelan que hay procedimientos de hospital y de laboratorio, como la utilización de nebulizadores para ayudar a pacientes a inhalar medicación, que emiten aerosoles, lo que convierte a esos procedimientos en un riesgo para los médicos que los realizan.

Si los aerosoles que la gente exhala en otro contexto son significativos en la propagación de la enfermedad, entonces la distancia de 2 metros no sería completamente segura, ya que los aerosoles son tan pequeños que la corriente de aire los transporta con facilidad.

The New York Times

Jueves, 16 de abril de 2020