MAL DE OJO, MITO O REALIDAD
¿Es verdad que algunas personas pueden causar daño con su mirada?
La idea se apoya en el poder de la mirada o mejor dicho de la energía que alguien puede emanar a través de ella, y que puede tener intenciones benéficas o maléficas. Historia, amuletos y talismanes para repeler el "ojeo"
Cuando se habla de "mal de ojo" u "ojeo" nadie pregunta de qué se trata. Todos saben. Es porque desde tiempos inmemoriales se escucha sobre este mal, que es el más común del ideario mágico popular.
Desde chicos, abuelos, madres o tías siempre alertaron sobre cuidarse de las miradas de algunas personas que podrían causar daño. Ya sea con su mirada o con sus malos deseos. Y por suerte todos tienen alguien cercano que sabe curar el mal de ojo: sólo una llamada telefónica basta para resolver el asunto con una oración que es tan secreta como -dicen- efectiva.
Pero, ¿es cierto que hay gente que mira con buenos ojos y gente que mira con malos ojos? ¿Existen personas que pueden causar daño con su mirada de manera intencional o incluso sin proponérselo?
La mirada amorosa hace crecer todo lo que ve con su nutritiva energía; de la misma manera una mirada maliciosa podría causar daño
"Respecto de la energía a menudo olvidamos una gran verdad: todo lo que miramos, alimentamos. La mirada amorosa hace crecer todo lo que ve con su nutritiva energía; de la misma manera, una mirada maliciosa podría causar daño. Probablemente sí, o eso cree la mayoría". Monika Correia Nobre es instructora de meditación y astróloga y al respecto aseguró que "parece algo banal pero es un tema serio, por lo menos así lo entendió la humanidad desde el principio".
Así, al rastrear en la historia se encontrará que el tema del mal de ojo estuvo siempre presente a través de las más reconocidas civilizaciones. "La idea se apoya en el poder de la mirada, o mejor dicho, de la energía que emana la mirada, que puede tener intenciones claramente benéficas o maléficas. Es por eso que cuando alguien recibe una mirada maliciosa, portadora de malos deseos, envidia o celos puede sufrir mal de ojo", señaló Correia Nobre, quien ahondó: "Aparentemente eso hará que la persona tenga dolor de cabeza, un dolor en los ojos similar a una puntada que le impiden mirar o mantener la vista en su objetivo".
Cuando alguien recibe una mirada maliciosa, portadora de envidia o celos, puede sufrir mal de ojo (Getty) Cuando alguien recibe una mirada maliciosa, portadora de envidia o celos, puede sufrir mal de ojo (Getty) Para poder defenderse de tales males, el ser humano desarrolló a lo largo del tiempo todo tipo de amuletos y talismanes siempre con la idea de hacer retroceder toda la ola de calamidades, alejar la maldición encubierta y sostener la buena fortuna. "El más popular de los amuletos anti mal de ojo es la conocida imagen del ojo azul cobalto llamada 'nazar'. El nazar de mayor antigüedad que se conoce es de origen sumerio y data del 3300 a.C. Podemos encontrar el símbolo del ojo azul en todas las culturas y en las distintas religiones -puntualizó la experta-. Presente en Egipto como el Ojo de Horus, este ojo salvador se expandió por toda la región del Mediterráneo y viajó incansable por Oriente y Occidente. Tratando de explicarlo en términos científicos, el filósofo griego Plutarco decía que el ojo humano emanaba rayos invisibles de energía y alertaba de que eran especialmente peligrosas las miradas de las personas con ojos azules".
"El nazar es un símbolo persistente en el tiempo, presente en los navíos de los etruscos, aún hoy podemos verlo en uso ploteado en aviones turcos. Sí, por increíble que parezca, en la actualidad utilizamos el ojo azul cobalto en todo tipo de objetos, desde bijouterie, o como adornos protectores para puertas o ventanas, en fundas de celulares, ropa, calzado y hasta en los stickers de las historias en Instagram", resaltó.
Para poder defenderse de tales males, el ser humano desarrolló a lo largo del tiempo todo tipo de amuletos y talismanes siempre con la idea de alejar la maldición encubierta y sostener la buena fortuna También hay otros amuletos que se utilizan para repeler el mal de ojo o la mala suerte, según el lugar del globo terráqueo que se visite. "Uno muy famoso es la mano simétrica de Fátima o Hamsa, que es un símbolo sagrado tanto en el judaísmo como en el Islam y que tiene el ojo en el medio de la palma como diciendo 'alto, el mal no pasa por acá'. Hindúes, cristianos y muchos no creyentes por las dudas también lo usan", reseñó.
En otros lugares y culturas se usan penes para protegerse del mal, como en la antigua Roma o actualmente en Bután, o en India y Nepal donde recibe el nombre de "lingam". "Hoy en Occidente el uso de penes contra la envidia lo encontramos sublimado en los famosos cuernitos rojos de coral o similar que se usan como colgantes y que suelen acompañar desde inocentes cunas hasta autos -describió la astróloga-. Otras veces, de igual modo se acostumbra colgar chiles de distintos tamaños junto a ajos. O penes tallados en madera adornados con cintas rojas colgando del techo o en el frente junto a las puertas en negocios o casas".
Todas estas costumbres se basan en la idea de que algunas personas pueden causar daño con su mirada (iStock) Todas estas costumbres se basan en la idea de que algunas personas pueden causar daño con su mirada (iStock) "Todas estas herramientas sirven para repeler el mal de ojo. Pero hay más. En el mundo budista el hilo blanco en la muñeca tiene el mismo fin; en Occidente esa cintita cambia de color y se usa roja, como los cuernitos o el coral", mencionó Correia Nobre, para quien "probablemente los más excéntricos sean los pobladores de Albania en donde actualmente se acostumbra usar peluches de animales: monos, osos o cualquier peluche contra el mal de ojo. Los peluches eran considerados como un bien de consumo del capitalismo inaccesible en la etapa comunista. Extrañamente revalorizados, ahora cuelgan bajo la lluvia o el sol, en el exterior de las casas con el objetivo de proteger el hogar de las miradas malignas".
Todas estas costumbres se basan en la idea de que algunas personas pueden causar daño con su mirada de manera intencional o incluso sin proponérselo, de forma involuntaria y aun cuando el resultado sea malo para ellos o no los favorezca en absoluto. "Por eso en todas las culturas la mejor opción es distraer a las personas con objetos llamativos, ridículos o extravagantes con el solo propósito de que su mirada se fije en ese objeto evitando así que el daño llegue al destinatario real", explicó.
"Pensándolo seriamente, así como podemos ver el mundo con buenos ojos, podemos hacer lo contrario. Los ojos son las ventanas del alma y pueden tanto iluminar como oscurecer. De nosotros depende irradiar luz y ver con buenos ojos el progreso y la felicidad ajena para cambiar el resultado de las propias experiencias, y por si acaso no funciona, tener alguno de estos amuletos siempre nos puede ayudar", reflexionó.
Martes, 3 de marzo de 2020
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