INTERNET
¿Qué es la "sombra" digital y por qué es más importante cuidarla que tu "huella"?
Cada foto que subes a Instagram está generando tu huella digital (y lo sabes). Cada comentario que dejas en una noticia también va a tu huella digital. Con cada mail que mandas también estás trazando esta imagen digital de ti y eres consciente. Pero hay otros datos (muchos) que dejan un rastro de quién eres realmente y de los que, probablemente, no estés siendo consciente. Es tu sombra digital.
Porque una cosa es cómo te ves tú y otras cómo te ven los demás. Una imagen que no tiene siempre por qué coincidir. Estas afirmaciones de la psicología también las podemos llevar al mundo digital. Con cada acción que realizamos, estamos trazando un perfil de cómo somos, cuáles son nuestros intereses, nuestros hábitos y rutinas y nuestras preferencias. Cuando somos conscientes (comentario o publicación en redes sociales, cuando usas una aplicación...), se conoce como huella digital.
Pero, además de este rastro que más o menos voluntario (o consciente) dejamos, hay otro del que quizá no seamos tan conocedores: la sombra digital. Ya en 2008 se aseguraba que la cantidad de información que se genera sobre una persona es mayor a la cantidad de información creada por ese mismo individuo
Y ése es, precisamente, su principal peligro: que tal vez no seamos conscientes de lo que realmente es y del peso tan grande que está tomando.
Pero, ¿qué es exactamente la sombra digital? Y, sobre todo ¿supone un riesgo para nuestra seguridad?
Qué es sombra digital Podemos decir que la sombra digital es la cantidad de información que queda de nosotros en diferentes sistemas (públicos o privados). Dichos datos “pueden servir para que, de forma agregada, seamos identificados y por tanto perfilados en cuanto a nuestras preferencias, gustos o costumbres se refiere”, explica Lorenzo Martínez, experto en seguridad y fundador de Securizame.
Esta información puede haber sido generada por sistemas digitales que estemos usando (como nuestro teléfono móvil o pulsera de seguimiento de actividad) pero puede que no: la grabación que hace de nosotros una cámara de seguridad en plena calle también es parte de nuestra sombra digital.
Pongamos algunos ejemplos para entenderlo mejor. La conexión Wifi de nuestro móvil intenta conectar el terminal a todas las redes inalámbricas que localiza en su alcance. “Las entidades bancarias y supermercados, por ejemplo, detectan las señales y pueden saber el número de terminales, el sentido de su marcha, si están cerca o entran en el establecimiento. Estas señales se captan y se puede individualizar el rastro de cada una de ellas: desde donde sale hasta dónde va cada dispositivo. E, incluso, se puede establecer un ranking socioeconómico asociado al terminal”, explica el abogado experto en nuevas tecnologías y Director jurídico de Smart HC, Pablo Fernández Burgueño.
Tu sombra te persigue No hace falta ni salir de casa para estar generando esta sombra. Si tienes una televisión inteligente, esta también está perfilando tu sombra. “Los fabricantes introducen cookies y otros elementos dentro del sistema operativo para saber cuándo usas la tele, qué canal pones, el tiempo de consumo o incluso si introduces un pendrive”, detalla Pablo Fernández Burgueño. Todo un volumen de información que se envía a la central del fabricante de dicha tele… y que supone un trozo de tu sombra digital.
Lo mismo ocurre con cada una de las bombillas inteligentes que puedas tener. “Con un análisis de estos datos podríamos saber su si una persona está enferma. Si hay dos días seguidos en los que por la noche se enciende la luz del baño y es extraño, podemos interferir que le ocurre algo”, explica este abogado.
Lee también: Siete preguntas y respuestas sobre la nueva ley que permite al Gobierno intervenir Internet El mapa de tu casa que ha realizado tu aspiradora inteligente, la impresora que está en una red WiFi doméstica… Sí, todos los dispositivos electrónicos que tenemos o llevamos encima están generando esa sombra digital nuestra. Pero no son los únicos. Es decir, aunque decidiésemos ser anacoretas, también tendríamos nuestra sombra digital. “No depende de tu dispositivo. Éste contribuye es más a la huella que a la sombra”, defiende Sergio Carrasco, ingeniero experto en seguridad y fundador de Fase Consulting.
Qué condiciones se tienen que dar para que se genere la sombra digital Entonces, ¿cómo se genera la sombra digital de cada individuo? Si nos ponemos técnicos, podemos aludir al principio de intercambio de Locard, que dice que cuando dos objetos entran en contacto, transfieren parte del material que incorporan al otro objeto. Es decir, que cuando hacemos cualquier acción en Internet desde un sistema digital (PC, móvil, tablet...) como navegar por una web, interactuar en una red social, comprar a través de Internet,... deja una huella en uno o más sitios.
Lee también: El fin de la internet libre: ¿Qué implica la nueva “Ley Mordaza” aprobada en Europa? ¿Dónde queda ese registro? “En concreto en el sistema cliente desde el que interactuamos hasta los servidores finales que registran la acción, pero también en múltiples sitios intermedios que hayamos podido utilizar previamente para llegar al destino, como puede ser una búsqueda en Google por ejemplo”, explica Lorenzo Martínez. En el destino, como sujetos de nuestra acción “quedan elementos típicos como la dirección IP, el sistema operativo, la versión de navegador, pero además también puede quedar algo que nos identifica como personas aún más, como nuestra cuenta de correo (que puede o no llevar nuestros datos reales), un nick de usuario, nuestra tarjeta de crédito o incluso nuestra dirección postal (a la que nos tendrá que llegar el pedido, en caso que lo que hayamos hecho sea una compra)”, detalla este experto.
¿Tengo que tener miedo de mi propia sombra? La pregunta, pues, parece evidente. Si estamos generando una información de nosotros mismos sin ser conscientes de ellos y que puede trazar un perfil nuestro tan preciso, ¿es peligroso? ¿Debemos preocuparnos?
“Es peligrosa en el sentido de que generamos información sin ser consciente de ello”, detalla Sergio Carrasco. Pongamos de nuevo un ejemplo para verlo más claro. “Puedo no tener un perfil en Facebook, pero si le doy me gusta en una página web podían saber quién eras y generaban sombra digital”, detalla este experto
Lunes, 16 de diciembre de 2019
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