SUPERLIGA FECHA Nº 12
Con dos goles de Silvio Romero, Independiente venció a San Lorenzo en Avellaneda
En Avellaneda, Independiente venció a San Lorenzo por 2 a 1 como local, en el partido correspondiente a la duodécima fecha de la Superliga, que enfrentó en un clásico a dos equipos que contaron con entrenadores interinos. Silvio Romero, el segundo de penal, anotó los goles del Rojo, mientras que Oscar Romero, había igualado de manera transitoria para el Ciclón. El duelo se disputó en el estadio Libertadores de América, con el arbitraje de Patricio Loustau.
El delantero anotó un doblete, el segundo de penal, para el triunfo del Rojo por 2-1; descontó Oscar Romero. Fue un duelo de necesitados y con ambos equipos dirigidos por técnicos interinos.
El Rojo, que debe un partido frente a Newell’s, está en la mitad de la tabla de posiciones, con 17 puntos, 7 menos que los líderes River, Boca y Argentinos Juniors, que jugará este lunes. Dirigido por Fernando Berón tras la salida de Sebastián Beccacece, estuvo cerca de ganar la fecha pasada en Santa Fe, pero se quedó en el final de partido y Unión se lo empató tras ir perdiendo 0-2. Ese partido dejó la baja de Fabricio Bustos, expulsado tras doble amarilla, y la duda de Silvio Romero -autor de los dos goles frente a Unión-, que terminó con una molestia muscular. Sin embargo, el delantero fue de la partida y marcó los dos goles del triunfo ante el Ciclón.
Por el otro lado, el conjunto de Boedo (16) se quedó sin técnico la fecha pasada, ya que tras la derrota como local frente a Defensa y Justicia (3- 1) Juan Antonio Pizzi dio por terminado su segundo ciclo en el club. El ex entrenador de la selección de Chile había comenzado bien el torneo y llegó a pelear en lo más alto de la tabla, pero a partir de la sexta fecha perdió cinco de seis partidos -incluido el clásico con Huracán- y se terminó precipitando su salida. Por el momento, los dirigentes de San Lorenzo optaron por el interinato de Diego Monarriz, que decidió patear el tablero, con cambio de nombres y de esquema. En el arco volvió el experimentado Sebastián Torrico, en defensa ensayó una línea de cinco -reapareció Santiago Vergini- y en la parte ofensiva apostó por el juvenil Adolfo Gaich, relegado por Pizzi.
El Estadio Libertadores de América fue testigo de este enfrentamiento entre dos grandes del fútbol argentino que se quedaron sin técnico en el transcurso de las dos fechas anteriores, ya que en la décima Sebastián Beccacece dejó su puesto en Independiente y en la undécima lo hizo Juan Antonio Pizzi en San Lorenzo. Por eso, ambas directivas, tras quedar truncos en poco tiempo sus respectivos proyectos con entrenadores en los que había depositadas muchas expectativas, decidieron echar mano nuevamente, con dos técnicos de las divisiones inferiores que ya habían utilizado en situaciones anteriores como Fernando Berón en el Rojo y Diego Monarriz en el Ciclón.
Claro que en el “mientras tanto” las dirigencias no se quedan de brazos cruzados y van por otros entrenadores que esperan les permitan recuperar parte del terreno perdido, aunque en ambos casos habrá pérdidas irreparables comunes, como por ejemplo el hecho de que ninguno de los dos tendrá posibilidades de jugar la Copa Libertadores del año próximo. Por eso Independiente, luego de circular varios nombres de entrenadores que poco tiempo atrás estuvieron en el club y ahora se encuentran desocupados, tales los casos de Mauricio Pellegrino y el propio Ariel Holan, formalmente fue por otro técnico de muchos pergaminos pero sin apetencias de dirigir clubes del fútbol argentino, ya que aspira a hacerlo en otra selección (Ecuador), como antes lo hizo en Colombia: José Pekerman.
Mientras que en San Lorenzo la cuestión fue diferente, ya que el principal apuntado fue un preferido del vicepresidente, Marcelo Tinelli, como Néstor Gorosito, aunque éste ahora dirige a Tigre en la Primera Nacional y cuando descendió siguió en el cargo prometiéndoles a muchos de sus dirigidos que él continuaría si ellos también lo hacían. Si “Pipo” cumple con su palabra no cumplirá con su anhelo personal de volver a dirigir a San Lorenzo, como ya supo hacerlo y donde es muy querido desde su época de jugador. Si no lo hace, los que dejarán de sentir ese “afecto” de barrio que hoy le profesan serán los de Victoria.
Y todos estos elementos se trasladaron hoy a la cancha de Independiente, donde los hinchas exigieron al máximo a los futbolistas locales pero demostrando fidelidad a sus colores pese a este presente doloroso. Mientras que en la visita, que venía de tres derrotas consecutivas, la inestabilidad pareció unir a sus futbolistas en pos de tratar de dar vuelta una historia que hoy no pudo lograrse, pese a observarse una mejoría respecto de lo que venían haciendo con Pizzi.
Y por eso el Rojo, después de 13 años volvió a ganarle a San Lorenzo en Avellaneda, en una noche de Romeros, donde el que mejor aroma goleador dejó fue Silvio, el de Independiente, con sus tantos, uno en cada tiempo y el segundo de penal, mientras que el ex Racing Club, el paraguayo Óscar, muy denostado por los hinchas de Independiente por esa razón, logró la paridad parcial en el arranque de la etapa final.
Hubo dos Romero por lado, ya que además de los mencionados estuvieron por el local el volante Lucas y por la visita Ángel, hermano gemelo del anterior, y esa “paridad” también se trasladó al juego, donde la superioridad de Independiente en el marcador no se tradujo literalmente en la cancha. Esa igualdad en la medianía futbolística de ambos si se refleja, en cambio, en la tabla de posiciones, donde Independiente se ubica en la duodécima ubicación con 17 puntos, mientras que San Lorenzo está decimoquinto con 16.
Domingo, 3 de noviembre de 2019
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