Aunque no llegan en plenitud física ni futbolística, el DT confía en la experiencia, la jerarquía y la química del Apache y Wanchope. Todo parece indicar que serán la dupla de ataque en la revancha ante River en la Bombonera.

Experiencia, jerarquía, carácter. Carlos Tevez y Ramón Ábila reúnen todas esas cualidades, indispensables para un cruce como el que Boca afrontará esta noche ante River en la Bombonera por la vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores.

Es por esto que Gustavo Alfaro los esperó hasta el final y, a pesar de que no están en plenitud física, los quiere desde el arranque para dar vuelta la serie. Si responden bien en los trabajos precompetitivos y no surge ningún imprevisto, ambos serían titulares.

El Apache no participó de los entrenamientos de la semana pasada y recién el domingo se sumó al grupo por una molestia en un gemelo. Fuera de los 11 iniciales desde hace casi dos meses, en la vuelta de los octavos de final ante Liga de Quito (29 de agosto), Carlitos también fue suplente en los dos superclásicos, en los que ingresó desde el banco. De todos modos, el DT apuesta a su condición de ídolo para obtener un plus que solo los elegidos pueden dar.

La diferencia en el caso Wanchope radica en que cada vez que estuvo en condiciones fue el 9 titular. El ex-Huracán tiene un largo historial de lesiones en Boca y llegó con lo justo al partido de ida del 1° de octubre en el Monumental luego de un desgarro. La arriesgada jugada de Alfaro no dio réditos y, de hecho, puede haber sido la causa de que se resintiera de la lesión unos días después. Desde entonces no volvió a jugar y llegará al partido de esta noche lejos del estado ideal.

Su gol en la ida de la final de 2018 más sus aportes en esta Copa lo hacen un imprescindible. A su amigo Tevez, la historia, la responsabilidad, la idolatría y los resabios de aquella mística inolvidable lo meten entre los 11. Sin embargo, la pregunta se impone: ¿Vale la pena tomar un riesgo semejante en un partido tan importante?

Martes, 22 de octubre de 2019