TODO LO QUE DEBES SABER
¿Qué debes saber sobre los alimentos congelados?
La congelación es un método de conservación que ralentiza la descomposición de los alimentos. Sin embargo, tiene algunas desventajas. ¿Qué debes saber al respecto? Aquí te lo contamos.
¿Qué debes saber sobre los alimentos congelados? La congelación de los alimentos es un modo de conservación que permite ralentizar la descomposición de estos. Importante, detiene su deterioro, pero no lo corrige. Otro punto para tener en cuenta es saber qué método se usa para la congelación, pues afecta directamente la calidad y textura de los alimentos.
Una congelación más rápida genera cristales de hielo más pequeños y mantiene la estructura celular. De modo que, los alimentos congelados de forma correcta, son una opción que podemos incorporar en nuestra compra y en nuestra cocina. Veamos un análisis más detallado.
¿Qué desventajas conlleva la congelación lenta? Tanto si el producto se ha congelado lentamente como si ha sufrido fluctuaciones de temperatura durante su almacenamiento, los cristales que se forman son mayores porque extraen agua ligada a las proteínas de dichos alimentos.
Esta agua no es recuperable en el proceso de descongelación, de manera que se altera la textura del alimento así como su valor nutritivo. Esta agua que se pierde puede arrastrar con ella nutrientes hidrosolubles, como alguna vitaminas.
alimentos en el congelador Los alimentos pueden presentar ciertas alteraciones cuando se congelan lentamente. En muchos casos, además de cambiar su textura, también se altera su valor nutritivo. ¿Cambian las propiedades nutricionales de los alimentos congelados? No. Las verduras ultracongeladas industrialmente mantienen las propiedades nutricionales de las verduras frescas, puesto que se procesan rápidamente tras su recolección, en su momento óptimo.
En efecto, los nutrientes más problemáticos, las vitaminas, se pierden por calor. Además, los minerales se malogran en parte por el corte y posterior lavado de los alimentos, y también en el agua de hervirlos.
Es decir, que los micronutrientes de los alimentos permanecerán intactos, siempre y cuando congelemos antes de cocinar. Las pérdidas de nutrientes por la manipulación, cocinado y procesado previos a la congelación, esas ya no se recuperan.
Ver también: Los alimentos comunes que nunca hay que tomar
¿Entonces puedo congelar cualquier alimento? Se puede congelar casi todo. No obstante, a veces, las texturas, los olores y algunos sabores se alteran tanto, que no es nada recomendable. Por ejemplo:
Las carnes pueden mantenerse entre 3 y 12 meses, no más. El fiambre y el embutido entre 1 y 2 meses. El pescado azul menos de 3 meses. El pan, entre 3 y 6 meses. Las sopas, aproximadamente 60 días. La mantequilla, sí, sí, la mantequilla también se congela, entre 3 y 6 meses máximo.
No hay que dejar de pensar que este proceso supone también una gran ventaja para organizar nuestras comidas semanales y, de este modo, poder llevar una dieta sana y equilibrada dentro de los ajetreados horarios que seguimos algunos días.
Una buena organización de menús y un rato a la semana en la cocina pueden solucionarte el llevar una dieta desordenada, gracias a los alimentos congelados.
Alimentos congelados Casi todos los alimentos se pueden congelar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos cambian demasiado en cuanto a textura y sabor.
4 reglas básicas sobre los alimentos congelados
Primera: no congeles nunca un alimento que ya ha sido descongelado. La repetición del proceso perjudicará las cualidades del alimento.
Segunda: usa envases apropiados que mantengan el producto aislado, ya que “un envase hermético es indispensable para proteger los alimentos de la deshidratación, de la oxidación y de la transmisión de olores”. Envases herméticos de cristal son la mejor opción.
Tercera: el hecho de que haya dibujos en el exterior de los cajones puede ser muy útil; las divisiones ayudan a separar los alimentos para que no haya contaminaciones cruzadas mientras se congelan.
Úsalos, será mucho más sencillo identificar también los alimentos dentro de un congelador ordenado. Otra buena opción para identificar tus productos congelados es usar etiquetas. Cuarta: sigue las instrucciones de tu congelador y asegúrate de que durante el proceso la temperatura es de, al menos, – 20 ºC constante.
Quinta: si congelas un plato cocinado, recuerda descongelarlo poco a poco, trasladándolo del congelador a la nevera la noche anterior a su consumo.
Viernes, 18 de octubre de 2019
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