De cuánto es la gran inversión del anfitrión, Japón, cuánto le sale a la World Rugby la organización del torneo, cuánto cobran los jugadores y más.

El torneo más importante de naciones, dentro del mundo del rugby, está en marcha. El Mundial comenzó el 20 de septiembre y se extenderá por 44 días, hasta el 2 de noviembre, dada la exigencia física del deporte, que impide que los equipos puedan jugar más de una vez por semana.

Los Pumas, el equipo argentino, ya han disputado dos partidos de la fase de grupos con resultados antagónicos: derrota ajustada ante Francia y triunfo holgado, aunque algo deslucido, frente a Tonga. Este sábado a la madrugada jugarán un partido decisivo ante una potencia, Inglaterra.

Por primera vez en la historia, esta edición del torneo que otorga al ganador el trofeo William Webb Ellis, se juega en Asia, más precisamente en Japón. Dado que no se trata de una nación con una tradición histórica en el rugby, el gobierno local debió invertir más de € 300 millones (uno u$s328 millones) en infraestructura, para la construcción y mejora de estadios o la ampliación de la capacidad de algunos ya existentes. A partir de ello, y de quienes trabajan, por ejemplo, en seguridad, guía y puestos de alimentos, se crearon para este evento unos 25.000 empleos.

Las autoridades de la tierra del sol naciente planean recuperar lo invertido tan solo a partir de lo que cada extranjero que visite el país durante la Copa gaste en alojamiento, transporte y comida. Estiman que a lo largo del torneo, llegarán a dicho país entre 400 y 500 mil personas, que permanecerán un promedio de dos noches y media cada una y gastarán entre €750 y €800. Si se toma en cuenta el menor número estimado, es decir, 400.000 personas, y el menor gasto por cabeza, €750, la cifra es de exactamente €300.000.000.

Por otro lado, en materia de entradas vendidas, la demanda del público superó las expectativas. Es habitual que los fanáticos europeos del rugby planifiquen sus vacaciones para seguir a sus selecciones en competencias de esta índole, pero la fiebre por el deporte también alcanzó al público local, de un modo mucho mayor al esperado.

El día que el torneo comenzó, estaban vendidas más del 95% de las entradas de toda la Copa, lo cual es bastante inusual. En general, los hinchas suelen ir adquiriendo los tickets a medida que sus equipos avanzan o no en el campeonato.

Japan Rugby 2019, la entidad creada por la Japan Rugby Football Union para la organización del torneo, calcula que se han vendido aproximadamente 1,8 millones de entradas. El valor promedio de cada ubicación es de € 90, por lo que en concepto de venta de boletos se recaudarán más de €160 millones.

La entidad madre del rugby mundial es la World Rugby. Esta institución también debe realizar una inversión, menor a la del anfitrión, en materia de organización. Se calcula que la suma total que habrá pagado al final del torneo en conceptos como difusión, arbitrajes y gastos administrativos, entre otros, es mayor a u$s6 millones. Por otra parte, a cada unión o federación nacional que participe del Mundial le abona una suma cercana a los u$s2 millones, además de hacerse cargo de los gastos de alojamiento y movilidad de cada plantel.

La World Rugby no entrega dinero en concepto de premios, ya que la filosofía de la entidad, apoyada por todo el mundo del rugby, es que lo recaudado se utilice en darle mayor difusión al deporte y en que cada vez más chicos se sumen a practicarlo.

Amateurs versus súper profesionales

En la Argentina el rugby continúa siendo mayoritariamente amateur, más allá de la franquicia Jaguares, cuyo plantel es remunerado, y de proyectos similares para otras competiciones, como Jaguares XV. No obstante, hace tiempo ya que, a nivel internacional, los mejores jugadores cobran sueldos altos en sus equipos. En este mundial, por ejemplo, compiten diez de los veinte jugadores mejores pagos del mundo.

Quien más dinero gana en su equipo es Dan Biggar, apertura de la selección de Gales y del Northampton Saints de Inglaterra, quien cobra aproximadamente €670.000 anuales.

El segundo jugador mejor pago que forma parte del Mundial es el argentino Nicolás Sánchez. El número 10 de Los Pumas jugó en Jaguares, pero ya desde 2018 se desempeña en Europa, en el Stade Français de París y actualmente cobra poco menos de €650.000 al año. Sánchez fue titular en el primer partido de Argentina ante Francia, pero no frente a Tonga, ya que allí fue reemplazado por Benjamín Urdapilleta.

El tercer lugar lo ocupa Michael Hooper, el primer forward de la lista, ya que juega de ala, una posición menos taquillera que las anteriores. Además, es el primero en este ranking que no se desempeña en Europa, sino en su propio país, Australia. Juega en Waratahs, equipo que compite con Jaguares en el Super Rugby. Y gana, anualmente, poco menos de €640.000.

Tras él, aparece otro apertura, Jonathan Sexton, jugador de la Selección de Irlanda y de Leinster de su país, que percibe casi €600.000 al año.

Recién en quinto lugar aparecen empatados tres jugadores de la principal potencia del mundo, Nueva Zelanda. Kieran Read, capitán de los All Blacks, Beauden Barret, apertura neozelandés y Sonny Bill Williams, quien puede desempeñarse centro o wing. Juegan en tres equipos distintos de su país, también en el Super Rugby y perciben anualmente una ganancia de casi €580.000 al año.

El jugador que mejor contrato había pactado en todo el mundo al comenzar el 2019 era el australiano Israel Folau, quien probablemente hubiera formado parte de esta Copa del Mundo. Sin embargo, en abril de este año el fullback publicó en sus redes sociales un fuerte mensaje homofóbico desde una perspectiva religiosa extrema, en el cual acusaba a homosexuales de supuestos pecadores y, bajo su condenable mirada, los instaba a "arrepentirse". A partir de sus comentarios, la Federación Australiana decidió desvincularlo tanto del seleccionado como de su equipo, Waratahs, y por lo tanto privarlo de un contrato de más de €1.270.000 por año.

Jueves, 3 de octubre de 2019