COPA ARGENTINA
Godoy Cruz no pudo dar el batacazo ante River
En plena crisis futbolística, con cinco derrotas en seis partidos jugados en la Superliga, el Tomba cayó por 1 a 0 ante el Millonario en el estadio de Lanús, por los octavos de final de la Copa Argentina. El único gol del partido fue de Joaquín Varela, en contra.
Los jugadores de River Plate hicieron los deberes que les encomendó su entrenador, Marcelo Gallardo, y le ganaron por 1 a 0 a Godoy Cruz, el equipo mendocino que llegó casi como un "partenaire" a este encuentro ante el nivel que expresa de contínuo
el conjunto "millonario" y, pese a la exigua diferencia en el marcador, nunca estuvo cerca de igualar este cotejo que catapultó al vencedor a los cuartos de final de Copa Argentina.
River empezó a todo ritmo, como de costumbre, manejando la pelota con su habitual velocidad asfixiante para los marcadores, recuperando rápido cuando llegaba la pérdida, y generando peligro en derredor del arco defendido por Andrés Mehring.
La única deuda de los de Núñez era para con la red adversaria, a la que no podían visitar, un poco por el arquero rival, otro tanto por impericia propia, y muchas veces por la denodada defensa de la última línea mendocina.
Y cuando Gallardo empezaba a desesperarse en el banco de suplentes por esa ineficacia goleadora de su equipo, el azar le dio una mano tras un centro desde la derecha de Ignacio Fernández, catalogado por Juan Román Riquelme ayer como el mejor futbolista argentino de la actualidad.
El zurdazo de "Nacho" pegó primero en la cabeza de Tomás Cardona, luego en la del catamarqueño Joaquín Varela, y finalmente llegó al fondo del arco descolocando a Mehring.
"Dos cabezazos en el área son gol", reza un viejo adagio futbolero. Lo que no especifica es si cuando lo hacen los defensores también suele suceder lo mismo en el arco propio.
Pero circunstancias como esa al margen, lo de River siempre fue como para corroborar que en el fútbol argentino está un escalón por encima de todos los que compiten con él, incluyendo al propio Boca Juniors con el que dirimirá desde el 1 de octubre la semifinal de la Copa Libertadores.
En el tramo que comprendió el cuarto de hora final del primer tiempo recién pudo respirar Godoy Cruz de esa presión porque River levantó momentáneamente el pie del acelerador, y entonces los cuyanos intentaron, con armas menos sofisticadas, acercarse a Franco Armani para visualizar una paridad que igualmente le quedaba lejana.
Y esta descripción del primer tiempo también se puede hacer extensiva al segundo, con la única excepción de que no hubo un gol en el medio de la etapa, pero también River volvió por sus fueros en el arranque y se fue quedando cuando promediaba el período.
Por eso Godoy Cruz se animó a partir de allí, cuando ya no quedaban demasiadas alternativas por delante, aunque cada vez que la pelota pasaba por Enzo Pérez y "Nacho" Fernández, inevitablemente los mendocinos debían bajar sus revoluciones.
Hasta que restando 10 minutos el zaguero Cardona vio la segunda tarjeta amarilla y la consecuente roja y el partido terminó con antelación, ya que si con 11 parecía demasiado difícil que Godoy Cruz llegara al empate, con 10 ni que hablar.
De hecho un tiro libre en el travesaño de "Nacho" Fernández y un gran remate de otro volante de pie excelso como Exequiel Palacios que generó una atajada no menos notable de Mehring podrían haber ampliado el marcador, algo que terminó disgustando al técnico riverplatense.
Y si de entrenadores se trata, la directiva de Godoy Cruz se contactó ayer con Juan Pablo Vojvoda, recientemente desvinculado de Huracán, para incorporarlo en lugar del interino Javier Patalano, tras una gestión del empresario Cristian Bragarnik.
Finalmente River se hizo acreedor al cheque de 1.550.000 pesos que otorga la clasificación de octavos a cuartos de final, instancia en la que estará enfrentando al vencedor de la serie entre Talleres, de Córdoba, que hoy eliminó a Banfield por tiros penales, y Almagro, que dejó en el camino nada menos que a Boca Juniors.
Jueves, 19 de septiembre de 2019
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