MARADONA REVOLUCIONO LA PLATA
Maradona en Gimnasia: el día en que el Bosque fue San Paolo y La Plata la ciudad de D10S
El Diez asomó su cabeza por la boca del lobo y recibió el cariño de todo un pueblo tripero que espera tenerlo como su salvador en medio de una situación muy compleja.
Quién iba a decir que Gimnasia, más cerca del descenso que de esa gloria esquiva a lo largo de su historia, podía tener un día tan feliz en medio de semejante malaria. El club con un lugar en el corazón del Dr. Favaloro recibió, justamente, a corazón abierto al héroe de todos. Sin importarle el jugarse un gramo de su interminable prestigio, acá está, embarrándose los pies de nuevo para demostrar una vez más que tiene algo más que el resto de los mortales. Diego Armando Maradona quiere darle la caricia necesaria al Lobo para que se haga posible el milagro.
La cola para entrar arrancó desde temprano. Más que temprano, empezó el miércoles cuando el rumor ganó fuerza hasta convertirse en realidad. Una realidad que tapó al precio del dólar, a la grieta Macri-Fernández, a los amistosos de la Selección y al Boca-River de la semifinal de la Libertadores. Más de 2 mil socios nuevos y otros tantos que se pusieron al día únicamente para verlo a él en el Tripero colapsaron la sede sin que ponga ni un pie en el club.
11.188 kilómetros y 35 años separan aquella memorable bienvenida que le dio San Paolo de 60 y 118. Océano de por medio y con menos público, la energia este domingo fue la misma. En medio de tantas nubes impenetrables, el sol empezó a ganar espacio a medida que se acercaron las 14.15, aunque por acá de puntualidad inglesa mejor no hablar. El hit "el qué no salta es un inglés" hizo temblar a la cancha que alguna vez activó un sismógrafo. El terremoto Maradona todo lo puede.
Las tribunas se colmaron, desde los tablones hasta la nueva platea. Desde los chicos que con banderas y la 10 en la espalda preguntan a cada rato "papá, ¿quién es?" hasta los mayores de 50 que vieron cada una de sus hazañas. Pero, ¿se puede ser fanático de algo que uno no vio? Eso ya es una cuestión religiosa y todos los que se movilizaron al Juan Carmelo Zerrillo fueron fieles detrás de un mismo hombre.
A las 13.53 el aire cambió. Mientras el cuerpo técnico daba sus primeros pasos, el mejor jugador de todos los tiempos asomó su cabeza por la boca del lobo. El humo azul y blanco cubrió la popular y el "olé, olé, olé, olé, Diego, Diego" se adueñó del aire para decirle gracias por venir. Con su llegada salió el sol que todo el pueblo tripero esperaba. En la mitad de la cancha y rodeado por todo el plantel, pronunció su primera arenga a las más de 20 mil almas. "Dejar la vida", afuera y adentro de la cancha, fue la premisa.
"Yo a la plata me la gano corriendo, así lo hice toda mi vida", tiró, emocionado hasta las lágrimas y agradecido a sus padres Chitoro y Doña Tota. La rodilla derecha, la que se bancó las patadas y fue operada hace poco, no se lo permite, pero sino ya le hubiese pegado varias veces de zurda contra el arco que da a la popular. Eso sí: nada del carrito de golf para moverse. Caminó, dio una media vuelta para retribuir tanto cariño y después, mientras el plantel entró en calor, se sentó en una heladerita 'a lo Bielsa' para bajar las revoluciones y charlar con sus ayudantes.
Una vez que la espuma bajó un poco apareció el Diego DT. Supervisó bien de cerca la entrada en calor, les dio órdenes a los profes, se dio una vuelta por el calentamiento de los arqueros y pasó a ver cómo iba la puesta a punto del colombiano Janelier Rivas. Todo sin dejar de abrazar infinitamente al cariño del público. La práctica de fútbol con tres equipos la siguió de cerca Sebastián Méndez, a partir de hoy su mano derecha. Después, a la hora de las tareas de definición, el Pelusa fue uno de los pasadores de lujo para sorpresa de todos.
El tiempo dirá si Gimnasia se salva o no del descenso aferrado a su mano. La historia de amor entre Maradona y La Plata -ahora la ciudad de las Diegonales- puede durar dos partidos o dos años, si su vida es una tómbola. Pero la alegría de verlo otra vez en el fútbol argentino no tiene precio.
Domingo, 8 de septiembre de 2019
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