Se conmemoró ayer en Santa Lucía el tercer aniversario de la apertura de la Fazenda de la Esperanza “Nuestra Señora de Itatí”, el espacio de contención y rehabilitación de mujeres, con una misa presidida por el obispo de la diócesis de Goya, Adolfo Canecín, y luego una cena.

En la invitación a esta celebración, el prelado consideró que “esta casa es de contención y aprendizaje” y que “ha cambiado la vida de muchas mujeres que pasaron y algunas que continúan en este lugar”.
En la oportunidad, recordaron al sacerdote Alberto Altamirano, quien fuera uno de los precursores de esta casa, que falleció años atrás.
Desde la institución comentaron a El Litoral que “por un lado, contamos con una batería de invernáculo y horticultura, que es parte del trabajo que realizan las chicas, en un lugar en el que llevan a cabo su recuperación, en un clima de convivencia y espiritualidad”.
Por otro lado, indicaron que “es un momento difícil, sobre todo para las familias de las residentes, ya que les cuesta trasladarse hasta acá, es muy costoso. Se necesitan cerca de $10 mil, porque algunas viven en provincias distantes de acá”. Cabe recordar que la Fazenda de la Esperanza es parte del movimiento que nació en Brasil y, actualmente, tiene presencia en 17 países.

Miércoles, 14 de agosto de 2019