COPA LIBERTADORES
Boca volvió a ganar y está en cuartos de final de la Libertadores
Tras haber ganado por 1 a 0 en Brasil, Boca Juniors venció por 2-0 a Athlético Paranaense en el partido revancha jugado en la Bombonera, con goles de Ramón Ábila y Eduardo Salvio, y se metió entre los mejores ocho de la Copa Libertadores. En cuartos enfrentará a Liga de Quito.
Boca Juniors continúa en carrera para obtener la séptima Copa Libertadores de su historia, al derrotar esta noche a Athlético Paranaense, de Brasil, por 2-0, en el encuentro desquite de una de las llaves de octavos de final de la máxima cita continental, jugado en la Bombonera.
El delantero cordobés Ramón Abila, a los 12 minutos de la segunda etapa, y el mediocampista ofensivo Eduardo Salvio, ya en tiempo de descuento, marcaron la ventaja en favor de los dirigidos por el DT Gustavo Alfaro, que habían ganado por 1-0 en Curitiba. El próximo rival del elenco xeneize será Liga Deportiva Universitaria de Quito, que dejó en el camino a Olimpia de Paraguay.
Boca terminó redondeando la mejor actuación en lo que va de esta Copa Libertadores con energía e intensidad, merced al despliegue de Nahitán Nández, que se despidió con lágrimas en los ojos de Boca, para incorporarse al Cagliari italiano, y el juvenil pampeano Nicolás Capaldo.
De cualquier manera el local pasó un par de zozobras cuando Rony encaró en velocidad a la última línea de los boquenses, aunque fue cortado con falta en el acceso a la medialuna.
Y también los futbolistas "xeneizes" del medio hacia atrás lucieron algo nerviosos en ese arranque de partido, a tal punto que a los 18 minutos ya tenía a tres amonestados: Nández, que se despidió después de ganar con la camiseta de Boca la Superliga 2017-2018 y la Supercopa Argentina, el chico Marcelo Weigandt y el retornado capitán Carlos Izquierdoz, que respecto del encuentro de ida que Boca ganó 1 a 0 en Curitiba, fue el único cambio al volver de la suspensión en lugar de Paolo Goltz.
Por todo eso fue Boca de menor a mayor en el encuentro hasta redondear una buena actuación, ya que a medida que pudo marcar el ritmo de juego fue creciendo ofensivamente y generando cada vez más riesgo en torno al arco defendido por Santos.
Lo que sí le faltaba a Boca era la pausa, esa que hoy podía darle, y en verdad más necesitaba, el cordobés Emanuel Reynoso, pero Gustavo Alfaro siguió apostando por Alexis MacAllister, aunque en esta oportunidad jugó demasiado tiempo tirado sobre la raya izquierda, y allí no pesó tanto en el armado del juego como si lo hizo en la ida con golazo incluido.
De hecho Reynoso entró ya en tiempo de descuento y solamente para que aplaudieran al goleador Ramón Ábila (anotó la apertura del marcador a los 12 minutos del segundo período), que volvió a convertir en anotador de Boca a un delantero después de seis encuentros, ya que el último había sido Carlos Tevez, justamente frente a Athlético Paranaense en la fase de grupos.
Claro que en ese tiempo de descuento MacAllister pudo hacer gala de su buena pegada y su claridad para conectar con un cambio de frente a otro recién llegado como Eduardo Salvio, que apenas con un cuarto de hora en cancha volvió a mostrarse filoso como en su debut ante Huracán y con un enganche hacia dentro selló el 2-0 final.
Y en ese tiempo de "sobra" (hubo cuatro minutos de descuento) también hubo espacio para un par de minutos del venezolano Jan Hurtado, pero no así para Carlos Tevez, que quedó completamente relegado para este partido entre los suplentes.
Ahora Boca tendrá un par de semanas por delante para dedicarse a la Superliga, en la que el próximo domingo enfrentará a Patronato, en Paraná, e ir preparando los cruces de cuartos de final ante Liga Deportiva Universitaria, de Quito, con la problemática extra que supone jugar en los 2.850 metros de altitud de la capital ecuatoriana.
Los quiteños eliminaron anoche a Olimpia, en Paraguay, y se armaron como para volver por sus fueros en el terreno internacional como en los buenos viejos tiempos de Edgardo Bauza como entrenador. Hoy por hoy la única presencia argentina en el plantel es la del arquero y capitán, ex Independiente de Avellaneda, Adrián Gabbarini.
Y después, si River puede con el paraguayo que sí continúa en carrera, Cerro Porteño, que hoy eliminó a San Lorenzo, otra vez a palpitar un superclásico decisivo, aunque en esta ocasión un escalón por debajo de la edición anterior de Libertadores: en semifinales.
Jueves, 1 de agosto de 2019
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