Imagínate esto: te levantas de la cama, vas a la cocina, abres el refrigerador y sacas un par de huevos para el desayuno, enciendes la estufa y colocas un sartén con aceite encima de ella, y justo cuando abres el primer huevo te encuentras que trae una mancha de sangre, como un pequeño coagulo ¿Qué haces?, ¿lo tiras?

Se tiene la creencia de que esta manchita de sangre es provocada por un huevo fertilizado, y que si se come puede traer consecuencias para la salud, pero esto es solo uno de los muchos mitos que se esparcen rápidamente por Internet.

Cuando el huevo que abres tiene un poco de sangre o 'carne', se debe a que uno de los vasos sanguíneos que tiene la superficie de la yema cuando ésta se está formando se rompió. Esto es algo natural, y a veces es tan pequeño que pasa desapercibido por los escáneres de control de calidad de las empresas productoras.

De acuerdo con la Food and Drugs Administration, un huevo con un punto de sangre se puede comer, no es nocivo para la salud. Solo basta con quitar el desperfecto con la punta de un cuchillo.

Si la mancha es muy grande y rosada, entonces sí, se recomienda desecharlo, ya que podría tratarse de una infección por una bacteria llamada Pseudomonas SP, que puede provocar intoxicaciones.

También, se aclara que las manchas densas en la clara es señal de un huevo fresco, al contrario de lo que popularmente se creía.

No lavar NUNCA a un huevo
A veces el huevo puede estar manchado en su cascaron por restos de heces o por sangre, en este caso se recomienda limpiarlo con un trapo seco, ya que éste es muy poroso y si se lava con agua esa suciedad puede traspasarlo y contaminar el contenido.



Martes, 2 de julio de 2019