"MARTILLO" Y "ÑOQUI"
La trama de los policías que encubrian narcos en Corrientes
Un lavadero y una concesionaria de autos eran las pantallas que utilizaba una banda de narcopolicías para blanquear el dinero que obtenían de la venta de estupefacientes y de los cobros por protección a organizaciones narco.
Estos numerarios además daban préstamos de dinero por fuera del mercado legal, y comercializaban vehículos que inscribían a nombre de sus parejas.
Los líderes de esta banda eran los ex policías Abelardo “Martillo” Acevedo y Jorge Omar Romero alias “Ñoqui”, quienes se desempeñaban en el área de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía de Corrientes y hasta habían formado parte de la custodia del Poder Ejecutivo.
Contaban con la colaboración de sus parejas, Verónica Orué y Elsa Domínguez, respectivamente; del gestor Jorge Victoriano Gómez y de su sobrino Martín Gómez.
ITATI 3.png Itatí está a 68 kilómetros de la Capital y cuenta con más de 6500 habitantes. Todos ellos son juzgados en el Tribunal Oral Federal de Corrientes por los delitos de asociación ilícita y lavado de activos agravado por haberse cometido en banda y aguardan sentencia.
Independientemente de estas acusaciones, se avanzaría en investigaciones por su posible participación en actividades de narcotráfico.
CUSTODIA A LOS NARCOS
Los ex policías provinciales Acevedo y Romero, sospechados de lavar dinero, se habían desempeñado como investigadores en un área sensible de la fuerza de seguridad que les permitía obtener datos precisos respecto de las organizaciones criminales que operaban en la provincia.
Esto les facilitaba tener contacto con las bandas criminales a las que les cobrarían un canon a cambio de darles protección.
Estos supuestos acuerdos surgieron de la causa del Operativo Sapucay, en la que la Procuración de la Narcocriminalidad investigó el tráfico de estupefacientes desde la provincia de Corrientes a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) y otras siete jurisdicciones.
La causa lleva el número 3.002/2017 y está tramitada en el Juzgado Federal y Correccional 12 de la Caba.
En ese expediente se identificó a los líderes de tres bandas criminales que operaban desde Itatí. Se trata de Luis “El Gordo” Saucedo, actualmente prófugo; Carlos “Cachito” Bareiro y Federico Sebastián “Morenita” Marín, todos ellos actualmente procesados y a la espera de ser juzgados.
En el contexto de esas investigaciones, un testigo de identidad reservada afirmó que los narcos “arreglan con Martillo, jefe de la Brigada de la Policía de Itatí; si no hay torta no pasan y por eso tienen que pagarles, para que los dejen vender droga”.
Estas afirmaciones fueron reforzadas por otro involucrado en la causa del Operativo Sapucay, el abogado Omar Serial, quien actualmente está detenido y a la espera del juicio por sus supuestas vinculaciones con las bandas narco itateñas. Éste había declarado que “Martillo era un empleado de la Brigada de Investigaciones de Corrientes” y ahondó en detalles al decir que “Martillo es Bernardo Acevedo”.
La sospecha es que los ex policías recibirían por parte de los narcos importantes montos de dinero y cargamentos de estupefacientes como pago por la protección.
MECANISMOS ACEITADOS
La organización dirigida por los ex policías comenzó a ser investigada en 2014, cuando la Policía Federal investigaba cómo operaba una organización de narcotráfico instalada en Itatí. El seguimiento a una camioneta Toyota Hilux los llevó a una casa en construcción ubicada en la calle Suecia casi Ruta Nacional 12, en el barrio Pirayuí de esta Capital, que estaba custodiada por un vigilador. El rodado ingresó al lugar, estuvo unos minutos y se alejó.
Los efectivos federales se entrevistaron con el hombre, quien reveló que el conductor del vehículo había dejado unos paquetes en el predio. Minutos después el rodado fue interceptado a pocas cuadras y estaba conducido por Martín Gómez.
El 1 de octubre de ese año se allanó ese predio con una orden del juez federal Juan Carlos Vallejos. En el lugar hallaron 412 kilogramos de marihuana acondicionada en envoltorios empapados con grasa de motor y combustible para ocultar el olor. También había droga oculta entre las chapas de una camioneta Volkswagen Saveiro y de un Volkswagen Gol. En ese lugar también hallaron folletos en los que se ofrecían préstamos de dinero sin trámites engorrosos y documentos a nombre de Martín Gómez, quien fue procesado en la causa 5.058/2014 por el delito de narcotráfico.
Las averiguaciones por este hecho quedaron paralizadas hasta 2016, cuando los federales avanzaron en una averiguación por actividades de tráfico de drogas desde Corrientes a Resistencia y en la que descubrieron que la organización criminal operaba de noche en un lavadero de autos ubicado en la calle Tacuarí al 1700 del barrio Villa Chiquita. Un grupo de efectivos federales instaló un puesto de vigilancia en ese lugar a fin de identificar a los involucrados en las actividades.
Screenshot_20181202-051440~2.png Además del narcotráfico la falta de generación de empleo es otra problemática en Itatí. En la noche del 12 de abril de 2016 vieron que una camioneta Ford Ranger entró al local del lavadero. Cuando salió, los policías intentaron identificar a los conductores, pero éstos aceleraron para escapar. Un móvil policial les cerró el camino y los sospechosos dispararon una ráfaga de balas contra el vehículo, pero luego retrocedieron al ver que desde atrás avanzaban dos policías en motos.
El conductor de la camioneta embistió a la motocicleta, pero antes del impacto los policías lograron saltar del rodado. El utilitario pasó por encima de la moto, giró hacia una calle lateral y se alejó.
Esto dio origen a la causa 1.661/2016 por tráfico de drogas y atentado contra la autoridad pública.
Por otra parte, mientras se intentaba dar con la camioneta Ford Ranger, que fue hallada después, se allanó el local en el marco de la operación “Lavadero Verde”. Ese 13 de abril la Policía Federal halló enterrados en ese predio 400 kilogramos de marihuana, armas y folletos con números telefónicos de contacto en los que ofrecía dinero, además una motocicleta a nombre de Martín Gómez. El local, perteneciente a un ex oficial de la Policía de Corrientes era alquilado y el garante de esta operación era Abelardo “Martillo” Acevedo.
Estos folletos llevaron a la conclusión de que la banda prestaba dinero proveniente del narcotráfico.
Las intervenciones a líneas telefónicas y los seguimientos a Gómez y Acevedo llevaron a descubrir las operaciones de lavado de activos y lograron establecer que la organización operaba en el estacionamiento del Hospital Pediátrico “Juan Pablo II”.
Ese día se concretaron cinco allanamientos, en los que detuvieron a los involucrados y secuestraron gran cantidad de armas.
Lunes, 10 de junio de 2019
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