SANTO TOMÉ
El Intendente Mariano Garay denunció un intento de golpe institucional
Tras la jornada de máxima tensión que se vivió en Santo Tomé, tras la toma del galpón municipal, por parte de los más de cien trabajadores de Obras Públicas, que paralizaron totalmente la actividad, ante los despidos, ayer volvieron a sus actividades normalmente. Pero la crisis institucional está latente, ya que los empleados permanecen en estado de alerta y movilización, ya que acusan de persecución y aprietes políticos. Considerando que existe un fuerte transcendido que se producirían más cesantías, en los próximos días.
En este contexto, el intendente Mariano Garay negó los despidos y denunció “un golpe institucional a su gestión”. Al tiempo que expresó: “No hubo ningún despedido, solo un traslado de un empleado de un lugar a otro, por eso paralizaron todas las actividades, no pudieron salir ambulancias, las combis, fue un ataque de la gente de la viceintendente Vivian Storti y de tres concejales del FpV. Engañaron a un grupo de personas a las que le dijeron que le estaban por despedir, fue toda una movida, con amenazas agresiones y desafíos a pelear. Muy grave. Hubo agresiones en la oficina del secretario de Obras Públicas es lamentable todo y muy peligroso. Corren riesgo las instituciones con este tipo de actos vandálicos, más cuando hay un intendente que fue elegido democráticamente y que está al tanto de resolver los problemas de los trabajadores”. Por último el jefe comunal hizo mención a que “en medio de este conflicto estas mismas personas por medio de sus abogados removieron al jefe del gremio municipal y pusieron a otro que nada tenía que ver con esto. Patético. Es un ataque de riesgo a la institución, pudo haber pasado algo mucho más grave, fue un descontrol, arengados por la viceintendente”, enfatizó Garay.
Lunes, 10 de junio de 2019
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