El capitán arrancó en el banco, pero el partido cerrado hizo que Valverde lo llamara a la acción y la Pulga volvió a mostrar su talento para darle el título de Liga número 26 al blaugrana.

Barcelona se proclamó ayer campeón de la liga de España al vencer por 1-0 a Levante como local con un gol de Lionel Messi, quien sólo jugó el segundo tiempo. Con tres fechas por disputarse, el equipo catalán mantuvo la ventaja de nueve puntos sobre su escolta Atlético de Madrid –venció por 1-0 a Real Valladolid– y, gracias a la diferencia de gol en partidos entre ambos (1-1 en el Wanda Metropolitano y 2-0 en el Camp Nou), se aseguró el 26º título de su historia.

Con esta consagración, el Barça logró el bicampeonato y se quedó con cuatro de las últimas cinco ligas disputadas. Además, desde la temporada 2004-2005, cuando Messi debutó en primera –jugó siete partidos en ese torneo y marcó un gol–, ganó diez de 15 campeonatos (los otros en festejar durante ese lapso fueron Real Madrid, con cuatro trofeos, y Atlético, con uno). Previo a ello, Barcelona había pasado cinco años de sequía y, ahora, se ubica a siete títulos del máximo ganador de la historia, su archirrival Real Madrid.

El equipo de Ernesto Valverde llegaba al duelo con Levante con la obligación de obtener un triunfo para asegurarse el campeonato debido a la ajustada victoria a primera hora de los dirigidos por Diego Simeone con un gol en contra. A pesar de ello, el DT catalán mantuvo el plan original de dejar a su figura y goleador del campeonato en el banco, pensando en que el próximo miércoles recibe a Liverpool por semifinales de Champions League. Sin embargo, tras un primer tiempo donde el local no pudo vulnerar a la defensa de Levante, club que pelea por no descender, la estadía de Messi entre los suplentes llegó a su final.

El rosarino entró al campo de juego tras el entretiempo en lugar del brasileño Philippe Coutinho y, 15 minutos después, puso el 1-0 luego de una serie de fallidos despejes de la defensa visitante. El chileno Arturo Vidal tomó un rebote dentro del área y habilitó a Messi, quien casi sin moverse, la paró con la derecha, dejó pasar a dos defensores y remató de zurda un disparo que el arquero sólo llegó a rozar.

De ahí en más, a Barcelona le quedó aguantar los esporádicos ataques de Levante para, una vez terminado el encuentro, levantar el trofeo frente a su público y dar inicio a lo que espera sea un nuevo triplete: Liga, Copa del Rey (el mes que viene jugará la final con Valencia) y Champions League.

Domingo, 28 de abril de 2019