“Ya estoy jugado, si me querés matar, matame”, dijo Etelberto Ruiz (70) mientras le ataban las manos con precintos. Estaba a punto de almorzar cuando un cliente entró a preguntar por un alquiler a su inmobiliaria, ubicada en el centro de Moreno. Pensó en atenderlo rápido para poder frenar para comer.

Todavía estaba sentado frente a su escritorio cuando entró el segundo, que simuló ser un repartidor. Eran policías, pero también eran ladrones. Buscaban la caja fuerte y terminaron detenidos.



Etelberto estaba solo y lo tuvieron cautivo más de una hora y media. Tenían una maza y una amoladora. Estaban preparados para romper la caja fuerte y llegaron a sacarla a los golpes. "Entre romper las paredes para sacar la caja demoraron bastante, como una hora y media", recapitula Etelberto, que es correntino y hace 35 años trabaja en el rubro de las inmobiliarias.



“Cuando la Policía llegó, primero golpeó despacito. 'Hacelos pasar, si son clientes los tenemos acá adentro', se se dijeron entre ellos. Después los policías golpearon más fuerte y ahí se entregaron. Muy pacíficos levantaron las manos y se entregaron”, contó el dueño de la inmobiliaria a Clarín. El del lunes fue el primer asalto que sufrió. "Me sorprendió que eligieran esta zona para cometer un asalto", explicó.



No se trató de un robo al voleo. Fue un golpe planificado y ejecutado por los dos policías, quienes golpearon a Etelberto en la cabeza, las costillas y le lastimaron las manos mientras lo ataban.


Los agentes fueron identificados como Guillermo Ariel Zacaríaz (42) y Julio Ricardo Vázquez (36), quienes llegaron en un Volkswagen Gol rojo a la cuadra de Claudio María Yoli, casi esquina Vera, a metros de la plaza Mariano Moreno. Zacaríaz era policía Federal, llevaba en la Fuerza poco más de cinco años. Según informaron fuentes del caso, era cabo primero y trabajaba en la División Seguridad del Poder Judicial de la Nación.



Vázquez tenía mucha más experiencia en la Federal, donde había ingresado en 2002 con apenas 20 años. En su caso, había sido parte de la fusión que derivó en la creación de la Policía de la Ciudad. A los 36 años, llevaba un año bajo restricciones médicas y estaba con carpeta psiquiátrica desde mayo de 2018, cuando le sacaron el arma. Antes de eso, era numerario en la comisaría 33 de la Comuna 3.



A Vázquez y Zacariaz los unió primero el uniforme y, ahora, el final de sus carreras.



Mientras asaltaban a Etelberto un vecino escuchó los gritos y llamó al 911. La Policía logró detenerlos mientras cometían el asalto y terminaron presos, acusados de "robo agravado por el uso de arma de fuego y por pertenecer a una fuerza de seguridad".


Tras ser detenidos, les secuestraron celulares y la billetera de Ruiz, además de 30.000 pesos y la caja fuerte. También dos armas, una Bersa Thunder Plus calibre .380 y una Bersa Thunder calibre .9mm. Entre lo obtenido por los policías de la comisaría 1° de Moreno también se encontraron credenciales de la PFA y una licencia de conducir a nombre de otra persona.



Fuentes de ambas fuerzas de seguridad confirmaron a Clarín que los dos policías fueron suspendidos y serán expulsados de sus puestos de trabajo.



"Ayer me preguntaron si fue una entrega o no. Yo les dí nombres de los que trabajaron acá. El mal momento lo pasé. Estoy medio shockeado. Tengo algunos dolores en el cuerpo, en las costillas. Mis dos hijas hace rato que me vienen diciendo que deje la inmobiliaria. Es que yo me tengo que jubilar, ya tengo 70. No me jubilo por el trabajo. Me levanto a las 5 y acá cierro a las 20", reflexionó la víctima.


La investigación quedó en manos del fiscal Federico Soñora, titular de la UFI N°4 de Moreno. Este martes los dos policías se negaron a declarar y permanecerán detenidos.



En paralelo, analizan si pudieron haber recibido un dato de algún empleado de Etelberto. Eso explicaría que hayan entrado a la inmobiliaria preparados para romper la caja fuerte. "Tenían herramientas, una amoladora, martillos, tenían todo", explicó el martillero.



También buscan determinar si los asaltantes cometieron otros hechos similares en la zona. Como los dos agentes detenidos tenían domicilio en el sur del Conurbano, sospechan que pueden ser parte de una banda que opera en el oeste.

Miércoles, 27 de marzo de 2019