SUPERLIGA
A Boca se le escapó el triunfo sobre el final y empató con Belgrano
Fue 1 a 1 en Barrio Alberdi, con goles de Lisandro López para la visita y Lértola para los cordobeses.
La emoción y la polémica llegaron en la última jugada del partido. Porque casi lo gana Boca, con ese tiro libre de Pavón que dio en el travesaño y por el penal de Tomás Guidara cuando saltó a cabecear con Wanchope Abila (el defensor tocó pelota con el puño) y que el árbitro ignoró. Hubo protestas de los jugadores visitantes pero Penel no se inmutó e inmediatamente finalizó el partido. El duelo entre Belgrano y Boca terminó con una intensidad que no tuvo en el desarrollo. En las aspiraciones de cada uno en el torneo, el reparto de puntos resultó exiguo para los dos. Para Boca porque no pudo acercarse a Racing. Y para Belgrano, porque sigue complicada su permanencia en Primera.
La derrota de Racing ante River se conoció de inmediato en Córdoba. Por eso Boca, tercero en la Superliga y con un partido menos, salió decidido a trabajar el partido. Con dos esquemas en función de defensa y ataque. El original es un 4-2-3-1, con Marcone-Campuzano como doble cinco y Almendra y Pavón sueltos por los costados y Zárate detrás de Benedetto. Pero el retroceso, inmediatamente se transforma en un 4-4-2, con los volantes abiertos en función defensiva. Aún con esa elasticidad, resultó un partido incómodo para Boca. Ninguno de los del medio se adueñó de la pelota, tampoco Mauro Zárate se erigió en conductor. Sin embargo, la buena pegada del ex Vélez y la presencia en las dos áreas de Lisandro López, le permitió el equipo de Gustavo Alfaro abrir el partido.
Con lo poquito que tiene, Belgrano hizo lo que pudo. Se acercó tibiamente con remates desviados de Mendoza, Lértora y Sequeira, y tuvo la opción más clara con ese cabezazo del pibe Novillo que el arquero Andrada envió al córner tras una enorme estirada. Así, con sus limitaciones, el Pirata puso en aprietos a Boca. Porque en la visita, además, apareció muy poco Cristian Pavón. El ex Talleres fue recibido con insultos y sintió esa presión en el juego. Ni cuando trocó posiciones con Almendra logró ser explosivo.
Los dos equipos, pero especialmente Boca, tuvieron que lidiar también con el pésimo estado del campo de juego, con muchos pozos y sectores llenos de arena. Increíble para un encuentro oficial de la Superliga.
En la parte final Boca salió mejor. Benedetto tuvo más espacios y Almendra y Zárate estaban más en contacto con la pelota, tratando de sortear los inconvenientes del estado del campo de juego. Y obligó al local a retroceder demasiado. Lo tuvo Benedetto que sacó un derechazo de media vuelta que Rigamonti sacó al lado del pato. Después, se filtró Pavón en el área envió un centro para Benedetto que se relamía para el gol, pero el arquero de Belgrano la manoteó justo y salvó la caída de su arco.
Pero después de este dominio de Boca, Belgrano fue ajustando piezas y moviéndose en bloque para estar más ordenado. Creció la participación de Guidara (más allá de la jugada polémica del final) y el colombiano Mauricio Cuero resultó siempre el hombre más peligroso para la defensa visitante.
Alfaro tocó el banco para darle un lugar a Tevez. Primero ingresó Wanchope Abila por Zárate y después el Apache por Benedetto. Pero justo después del ingreso de Carlitos, Belgrano llegó al empate. Y acá es necesario hacer hincapié en un problema que viene arrastrando el equipo de Diego Osella. Está urgido por su situación en la tabla de los promedios del descenso, intenta jugar, asociarse, pero sus jugadores no patean al arco. Todo es intención y con intenciones no se ganan los partidos. Se ganan haciendo con goles o pateando al arco. El Pirata estaba por completar tres partidos sin marcar goles, desde el 1-2 con Tigre el 10 de diciembre. Pero apareció Lértora, tras un rechazo apurado de Lisandro López, y pateó al arco. Y fusiló Andrada. No era tan difícil probar desde lejos.
El empate descolocó a Boca. Se desconcentró el equipo de Gustavo Alfaro. Y empezó a perder pelotas increíbles. Falló Izquierdoz y Belgrano armó una contra de gol. Pero Mendoza se nubló, se envició con la posibilidad de su propio gol, cuando tenía a un compañero mejor ubicado para la definición. Pero no le dio el pase y pateó el arco. Y la chance de ponerse 2-1 se diluyó. Para entonces, la cancha era una caldera. Fueron diez minutos en los que Boca estaba para el KO, y el local no lo aprovechó. Después llegó la expulsión de Patiño y el tiro libre de Pavón del final.
A pesar del empate, el ciclo de Alfaro sigue invicto, con dos triunfos y dos empates. Pero Boca quedó a diez puntos de Racing y como aún debe un partido con Atlético Tucumán, podría quedar a siete del líder con siete fechas por delante. La expectativa era quedar a cinco y este empate lo deja más lejos de la pelea por el título aunque sigue cerca de conseguir un lugar en la Libertadores 2020.
Belgrano piensa en otra tabla. La del descenso. Mientras todos los rivales directos habían jugado para el equipo cordobés (perdieron San Martín de Tucumán,Patronato y Gimnasia, y empató Tigre), el Pirata apenas rescató un punto. Sigue penúltimo en la tabla de posiciones y es uno de los cuatro clubes que están en situación de descenso directo.
Clarín.
Lunes, 11 de febrero de 2019
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