CONFLICTO
Putin defiende a las fuerzas rusas que capturaron los buques ucranianos
El presidente ruso Vladimir Putin repitió el miércoles que las fuerzas rusas cumplieron con "su deber" al capturar por la fuerza tres buques ucranianos en las costas de Crimea, pero el presidente estadounidense Donald Trump expresó su "profunda preocupación" por la toma de los barcos. El incidente del domingo en el mar Negro podría poner en peligro el encuentro previsto entre los presidentes ruso y estadounidense al margen de la cumbre del G20 que comenzará el viernes en Argentina. Trump amenazó con anularlo.
La ley marcial que el Parlamento ucraniano votó el lunes entró en vigor este miércoles. Las condiciones de su aplicación son aún vagas: fue introducida por 30 días en diez regiones fronterizas y litoraleñas del país. Con Kiev denunciando lo que considera como una agresión de su gigantesco vecino, Vladimir Putin insistió que los guardacostas rusos simplemente "cumplieron su deber militar a la perfección". "¿Qué pasó? Ellos (los ucranianos) no respondieron a las demandas de nuestros guardafronteras. Y entraron en nuestras aguas territoriales", afirmó el presidente ruso, en unas declaraciones difundidas por la televisión. Putin calificó el incidente como una "provocación" organizada por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a quien los sondeos no le sonríen a solo unos meses de la elección presidencial.
El miércoles, a los últimos nueve marinos capturados por Rusia que debían comparecer ante un tribunal se les declaró detención provisoria hasta el 25 de enero, como sucedió la víspera con los otros 15 militares. Una detención "ilegal" y un acto de "barbarie", denunció Kiev. La cancillería ucraniana anunció haber enviado una nota de protesta al ministerio de Exteriores ruso considerando que esos hombres son "prisioneros de guerra" y reclamando su liberación "inmediata". Tres navíos de la Marina ucraniana fueron capturados por guardacostas rusos en el mar Negro, frente a las costas de la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Se trató de la primera confrontación militar abierta entre Moscú y Kiev desde esta anexión y el inicio, ese mismo año, de un conflicto armado en el este de Ucrania entre fuerzas ucranianas y separatistas prorrusos, que ha dejado más de 10.000 muertos. Los gobierno occidentales cerraron filas detrás de Kiev, acusando a Rusia de bloquear ilegalmente el acceso al mar de Azov y por el uso de la fuerza sin justificación.
El martes, Trump amenazó con cancelar un encuentro planeado con Putin en Buenos Aires al margen de la cumbre del G20. La Casa Blanca indicó que Trump y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan expresaron luego de una entrevista telefónica "su profunda preocupación por el incidente en el estrecho de Kerch y la continuada detención de los buques y miembros de la tripulación de Ucrania".
El Kremlin indicó que aún esperaba que el encuentro Trump-Putin se mantenga, y minimizó la amenaza de Trump de anularlo. "La preparación [del encuentro] sigue, el encuentro está previsto. No tenemos ninguna información de nuestros colegas estadounidenses", dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. "Ambas partes necesitan por igual esta reunión" declaró por su lado el consejero del Kremlin, Yuri Ushakov. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, acusó por su parte a Estados Unidos y "algunas capitales europeas" de tolerar los "caprichos" de Kiev.
Estas tensiones ruso-ucranianas centraron asimismo las conversaciones por separado entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y sus homólogos ruso y ucraniano este miércoles. Erdogan y Putin hablaron sobre "la estabilidad y la seguridad en el mar Negro" dijo el Kremlin en un comunicado.
Por su lado, Poroshenko "instó al presidente turco a reforzar la presión sobre Rusia para que libere a marinos y navíos ucranianos" capturados, indicó la presidencia ucraniana. En este contexto, Rusia anunció el despliegue "en un futuro próximo" una nueva batería de misiles antiaéreos S-400 en Crimea, que se sumará, según Ria Novosti, a las tres que ya operan en la península.
Carácter "preventivo"
Ante las preocupaciones que suscita la ley marcial, las autoridades ucranianas aseguraron que el texto, que permite movilizar a ciudadanos, regular los medios y limitar las manifestaciones públicas, tiene un "carácter preventivo". "El objetivo de la ley marcial es mostrar que el enemigo pagará muy caro si decide atacarnos. Será como una ducha fría que detendrá a los locos que tengan el proyecto de atacar Ucrania", declaró el martes por la noche el presidente Poroshenko.
El incidente en el mar Negro se produjo cuando los buques de la Marina de guerra ucraniana intentaron cruzar el estrecho de Kerch para ingresar en el mar Azov, que tiene una importancia crucial para las exportaciones de cereales o de acero producidos en el este de Ucrania.
Jueves, 29 de noviembre de 2018
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