VATICANO
Mensaje de Francisco: "Ricos en recursos, pero escandalosamente pobres"
El mundo no se hizo "en serie", "hay diferencias, condiciones diversas, culturas diversas, así se puede vivir proveyendo los unos a los otros", recordó hoy el papa Francisco en la audiencia general de los miércoles, dedicada al mandamiento "no robar". 'La riqueza del mundo hoy está en manos de una minoría, de pocos, es la pobreza y la miseria de muchos', señaló
"El mundo es rico en recursos para asegurarles a todos los bienes primarios. Y sin embargo muchos viven en una escandalosa indigencia y los recursos, usados sin criterio, se van deteriorando. Pero el mundo es uno solo, la humanidad es una sola", advirtió el pontífice. "Si sobre la tierra hay hambre no es porque falta el alimento. Incluso por las exigencias del mercado se llega a veces a destruirlo, se tira. Lo que falta es un empresariado libre y amplio de miras, que asegure una producción adecuada y una distribución equitativa", afirmó Francisco.
"La riqueza del mundo hoy está en manos de una minoría, de pocos, es la pobreza y la miseria de muchos, de la mayoría", puso en evidencia el papa, agregando que en realidad "nadie es dueño absoluto de los bienes: es un administrador de los bienes". "Toda riqueza, para ser buena, debe tener una dimensión social", subrayó. Además el significado del mandamiento "no robar" debe ser interpretado más ampliamente. "No robar quiere decir: ama con tus bienes, aprovecha tus medios para amar como puedas. Entonces tu vida se vuelve buena y la posesión se vuelve realmente un don. Porque la vida no es el tiempo para poseer sino para amar", reiteró el pontífice.
"Todo bien sustraído a la lógica de la providencia de Dios es traicionado en su sentido más profundo. Lo que poseo realmente es lo que sé donar", explicó Francisco. "Efectivamente si no consigo donar algo es porque esa cosa me posee, tiene poder sobre mí y soy su esclavo". "Muchas veces escuchamos lo que el pueblo de Dios dice: el diablo entra por los bolsillos. Primero viene el dinero, el amor por el dinero, el afán de poseer. Luego la vanidad: yo soy rico y me vanaglorio. Al final el orgullo y la soberbia. Este es el modo de actuar del diablo en nosotros pero la puerta de entrada son los bolsillos", concluyó el papa.
Jueves, 8 de noviembre de 2018
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