APRENDE COMO HACERLO
Cómo evitar que el enojo te saque lo mejor que tenés
Si estás discutiendo con alguien, la ira puede ser como tapones para los oídos. No vas a escuchar lo que la otra persona está diciendo y nunca llegarás a un punto medio.
El enojo no es sólo una emoción, sino que también puede afectarte físicamente. Está demostrado que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y genera otros problemas relacionados al estrés, como la falta de sueño, indigestión y dolores de cabeza. Por eso es importante que el enojo no afecte tu vida. Lo primero que tenés que hacer es descubrir que es lo que te tiene molesto. Investigadores de la George Mason University, de Virginia, hicieron un estudio y descubrireron que hay cinco causas muy comunes que despiertan el enojo:
-Otras personas -El ambiente en el que te movés -No hay un motivo visible -Angustia -Exigencias que uno mismo se pone.
En el estudio se comprobó que el enojo era más intenso cuando se trataba de provocaciones de otras personas o disparadores que no pudieron ser identificados.
Una vez que identificaste el motivo de tu enojo, los investigadores sugieren que lo mejor que se puede hacer es cambiar la forma en que lidias con esa emoción.
Así, si bien el enojo persiste, lo podés manejar de forma tal que no te arrepientas de dichos o actos que puedas hacer en ese estado.
¿Qué podés hacer entonces con tus enojos? Empezá por convertirte en una persona más tranquila en general. Los ejercicios de meditación o relajación son una buena técnica. También podés desarrollar una estrategia para interrumpir el enojo. Buscá una alternativa para expresar tus sentimientos.
Una buena opción es respirar profundo y hasta mantener diálogos internos. Esto ayuda a desahogarte y pensar antes de actuar. Por supuesto que para todo esto es importante comenzar a reducir el nivel de estrés.
Cuando el enojo no se debe a otra persona, sino a una situación sin solución, lo mejor es ver el momento desde otra perspectiva.
Muchas veces, uno no puede evitar enojarse. Pero como dice el dicho: “el que se enoja tiene dos problemas, enojarse y desenojarse”.
Miércoles, 22 de agosto de 2018
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