PIEL SANA
Distingue el desodorante del antitranspirante y conoce sus efectos
Has oído cien teorías sobre si uno es mejor que el otro, acerca del aluminio, de los riesgos de cáncer... Detallamos cuales son las mayores diferencias entre ellos y sus efectos sobre tu piel.
El sudor es necesario. Nos ayuda a regular la temperatura corporal y elimina toxinas. Es un líquido transparente y la realidad es que de origen no posee ningún olor.
Son las bacterias de la piel (en particular las que se encuentran en la axila) y el sebo (la grasa) que se combinan para provocar sustancias de olor fuerte.
FACTORES QUE ACENTÚAN EL OLOR Toda nuestra piel tiene un grado de acidez, lo que se mide con el famoso Ph. El de la axila es especialmente propicio para que empeore el olor. El estrés también acentúa la sudoración.
La ropa ajustada y los tejidos sintéticos, que no deja transpirar bien. Determinados alimentos: como la cebolla, el ajo, el alcohol, el café o el curry. Genética: hay personas más propensas a la sudoración abundante. El vello: las personas con vello en las axilas acumulan más bacterias y olor que las que están depiladas.
La sociedad occidental nos ha acostumbrado a intentar evitar en lo posible estos olores, y para ello se han creado una amplia variedad de productos que no deja de aumentar.
¿DESODORANTES O ANTITRANSPIRANTES? Son dos opciones muy diferentes, dos maneras de enfocar el problema. La elección dependerá en primer lugar de si eres más o menos propenso a sudar.
Puedes encontrar productos que tengan una combinación de unos y otros, para conseguir un mejor efecto.
Los antitranspirantes frenan la producción de sudor taponando las glándulas sudoríparas y evitan también el crecimiento de bacterias. No obstante, no hay que abusar de este tipo de productos pues la transpiración es un proceso cutáneo necesario. Es mejor dejar su uso para situaciones que así lo requieran. Un dermatólogo te puede orientar.
Los desodorantes no son aconsejables para quienes desprenden un olor corporal muy fuerte ya que solo actúan enmascarando la transpiración, sin evitarla. las sustancias que incluyen evitan la proliferación de bacterias que contribuyen al mal olor.
En el caso de las mujeres jóvenes tienen más glándulas sudoríparas que los hombres, pero sudan más ellos porque las glándulas de los varones son más activas.
Sin embargo, en la menopausia puede darse un aumento significativo de la sudoración.
Lunes, 6 de agosto de 2018
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