ASESINATO DEL AGENTE PENITENCIARIO
Hallaron nuevas pruebas y la viuda se autoincriminó
Encontraron remeras con manchas de sangre y una frazada en el predio donde el jueves a la noche fue hallado muerto Gabriel Tichellio. Se esperan los resultados de las pericias realizadas en la casa de la víctima.
Remeras ensangrentadas y una frazada fueron secuestradas ayer a la siesta en el avance de la investigación por el asesinato del cabo penitenciario Gabriel Tichellio (32) y por el que permanecen detenidas como autoras del crimen su esposa, Lorena Encina (28) y una amiga Miriam Beatriz Jara (32). El procedimiento fue realizado por agentes especialistas de la UFI División Pericias y de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía, quienes realizaron una nueva inspección en inmediaciones de avenida Maipú al 800, donde el pasado jueves a la noche fue hallado muerto Tichellio. Fuentes ligadas a la investigación precisaron que se encontraron remeras con manchas de sangre, que serían de las detenidas y una frazada con la cual habrían envuelto el cadáver para realizar el trasladado desde la casa de la víctima hasta el predio donde fue abandonado dentro de una camioneta Renault Kangoo. “Por datos que obtuvimos por estudios informáticos, está confirmado que Jara mantenía una relación sentimental con la esposa del agente asesinado”, precisó el Jefe de la Policía, Félix Barboza. “No hay que descartar hipótesis de un tercero. Pero está acreditada de manera contundente la participación de esas dos mujeres: una como autora material, y la otra como encubridora”, dijo Barboza. Respecto de la declaración testimonial de la viuda, el Jefe policial detalló que la mujer “se autoincriminó e incriminó a la pareja, la amante de ella”. Seguidamente, dijo que las dos detenidas, “hasta el momento no prestaron declaración como imputadas” y no descartó que el homicidio haya sido premeditado, “es una de las hipótesis”, remarcó. En declaraciones a Radio Dos, destacó las pruebas obtenidas en el marco de la investigación y confirmó además la presencia de “prendas de vestir, guantes, la billetera de la víctima y del mazo con el que se habría llevado a cabo el homicidio” y agregó que continúan la recolección de prueba, inspección ocular en el lugar donde fue hallado muerto Tichellio y no descartó más allanamientos.
Gabriel Tichellio estaba casado con Lorena Encina. La pareja tuvo tres hijos de 9, 7 y 5 años que se encuentran al cuidado de los abuelos. La familia no encuentra consuelo.
Al ser consultado sobre el operativo realizado en el domicilio del agente penitenciario asesinado relató que, “se realizaron, pruebas de luminosidad y el método hace presumir que el homicidio se cometió en la planta superior de la casa”, detalló Barboza a la vez que agregó que “la labor policial continúa y están incorporando datos y pruebas”. Finalmente, el Jefe de la Policía dijo que “el crimen está esclarecido” y que “sólo resta incorporar más diligencias probatorias”. “Estaríamos ante las dos autoras materiales del homicidio, una de ellas por lo menos, y la otra sería encubridora”, concluyó Barboza en referencia a la esposa de la víctima, Lorena Encinas y Miriam Jara, quienes tenían una relación sentimental que se inició al menos hace tres meses. Ambas tenían un contacto fluido a través de la red social Facebook, pero con falsas identidades. La cuenta de Lorena Encinas, era Lorena Brítez y Jara tenía el seudónimo de “El Guilian Jara”. Hasta el momento se desconoce si la víctima sabía acerca de la relación amorosa que su esposa había comenzado con otra mujer oriunda de Empedrado, pero que residía en la capital correntina.
Martes, 31 de julio de 2018
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