Este lunes será un día agitado en Brandsen 805. Es que por la mañana se terminará de cerrar el préstamo del uruguayo Lucas Olaza con Boca (por un año y con una opción de compra de 5 millones de dólares) y se transformará en el séptimo extranjero del plantel, algo que generó revuelo y enojo de parte de River, claro.

“Es insólito que hablemos de un séptimo cupo para los extranjeros”, disparó una vez más Rodolfo D’Onofrio, siempre atento a generar dudas sobre la AFA. Sin embargo, fue el titular de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, quien avaló esta decisión. “El contrato de Frank Fabra queda suspendido por lesión grave (NdR: sufrió la ruptura del ligamento cruzado anterior izquierdo) así que Boca tiene un cupo, y cuando se recupere, tendrá que decidirse por uno’’, fue la explicación de un hombre siempre rígido en cuestiones reglamentarias sobre los extranjeros. A saber: hace un año, y pese al pedido original de extender a 6 la cantidad de extranjeros permitidos para firmar planilla, el gremio accedió a esa cifra pero manteniendo los 5 en la cancha.

El poder de fuego es la apuesta de los cinco grandes
La única voz opositora llegó desde Núñez. Ningún otro directivo de la órbita de AFA se manifestó en oposición a una decisión que está amparada en un reglamento. El artículo 10 del Convenio Colectivo de Trabajo N°557/09, entre la Asociación del Fútbol Argentino y Futbolistas Argentinos Agremiados es claro: Número de futbolistas contratados: Cada club tiene derecho a tener contratado el número de futbolistas profesionales que desee, sin limitación. Si por enfermedad, lesiones o suspensiones el futbolista debiera permanecer inactivo por un lapso mayor de cuatro (4) meses, el club podrá contratar a otro en su reemplazo, sin dejar de cumplir por ello con las obligaciones contraídas con aquél.

Pese al detalle reglamentario que River parece haber pasado de largo, en Boca también tienen una alternativa para evitar que se ponga la lupa otra vez sobre ellos. Es que se negocia con Racing para vender un porcentaje del pase de Sebastián Pérez, el colombiano que ni siquiera viajó a Estados Unidos a realizar la pretemporada con el plantel, ya que no sería tenido en cuenta por el cuerpo técnico. Es cierto: en Boca pretenden recuperar parte de la inversión (3 millones de dólares) y tampoco quiere desprenderse del total de su ficha. Así, buscará ser socio con el club de Avellaneda por un jugador que no podrá disputar la Copa Libertadores para el equipo de Eduardo Coudet. Pérez también tiene opciones de México y Brasil, pero a la espera de una salida a España, no ve con malos ojos pasar a Racing.

En diciembre será otra historia. Con compromisos de venta para Wilmar Barrios (¿se va a Bayern Leverkusen o a Inglaterra) y la finalización del préstamo de Edwin Cardona (por ahora no se piensa en hacer uso de la opción), sumado a la chance de una salida de Nahitan Nandez a Europa, el fin de año dejaría a Boca sin al menos tres de los extranjeros que hoy despertaron una nueva polémica.

Lunes, 30 de julio de 2018