UNA OBRA QUE TIENE QUE LIDIAR CON EL AJUSTE NACIONAL
Hay casi 8.000 anotados para 350 casas, el 10% espera hace 20 años
El segundo plan habitacional para la ciudad Capital que tiene en agenda, para el corto plazo, el gobierno de ECO+Cambiemos enfrenta dos dilemas serios, el primero es cómo hará para gambetear el feroz ajuste nacional y no caer en el atraso o la retracción; el segundo es cómo harán para distribuir con justicia un lote de viviendas que representa apenas el 4,3% del total de aspirantes oficialmente inscriptos en el Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico).
Están en construcción en Santa Catalina y estiman finalizar en 2019. La semana próxima exhibirían el padrón para el sorteo.
Únicamente con el padrón de los más antiguos, es decir aquellos que esperan hace 20 años o más, llenarían dos veces el barrio. Son 350 viviendas y tienen identificados -hasta ahora- 670 inscriptos que viene renovando esperanzas desde hace dos décadas. Solamente para cubrir la necesidad de este grupo se necesitaría dos planes con el mismo número de casas. Y quizás se queden cortos. Es la gente que se anotó en el Invico cuando el denominado Gobierno de la Coalición le dio paso a la Intervención Federal de los cordobeses, que luego instaló en el poder provincial al radical Horacio Ricardo Colombi. El dato político (institucional) es pertinente, ayuda a dimensionar desde qué período viene el abandono en materia de proyectos habitacionales. Hace 20 años que el Estado provincial no construye viviendas al ritmo de la demanda existente, por eso hay tantas familias sin techo y el padrón del Invico desborda de aspirantes. El Instituto fue puesto al servicio de otros menesteres, distintos al objetivo que inspiraron su creación, ha construido escuelas, comisarías, canchas de básquet, arregló estadios de fútbol, hizo pavimento y otras obras menores, casas poco y nada. Aunque el Invico maneja un presupuesto abultado (y además cuenta con el Fondo Nacional de la Vivienda -Fonavi-) no se ha destacado en este último tiempo por consolidar la política habitacional. Por ejemplo, Capital viene de cuatro años de sequía (los cuatro años de la reelección de Ricardo Colombi) y ahora tiene para entregar 200 viviendas en el barrio Ponce, que recientemente fueron a sorteo, y a la par están en construcción otras 350 viviendas en Santa Catalina. Después de esto sólo hay proyectos para ser presentados. Estamos en carpeta 700 viviendas para Capital, dijo ayer el interventor del Invico, Julio Veglia, pero aclaró que falta el financiamiento. Lo importante es tener presentado el proyecto para cuando aparezca el financiamiento, señaló. Así las cosas el segundo gran plan habitacional del Gobierno correntino para la ciudad de Corrientes son las 350 viviendas que se levantan en Santa Catalina, tienen casi 8.000 inscriptos y entre ellos hay 670 que vienen renovando su inscripción hace 20 años. Es un dato oficial, lo dio Veglia ayer y adelantó que planean un sorteo especial para este grupo. ¿Cuántas viviendas habrá para ellos? No se sabe. El otro dilema, que no es menor, es que las viviendas tienen que atravesar por el feroz ajuste macrista. Dicen que lo lograrán y estarán listas para el primer bimestre de 2019.s
Miércoles, 25 de julio de 2018
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