El gobierno del intendente Ignacio Osella a través de sus concejales pretende derogar la Ordenanza N°1.965 que delimitaba y protegía el casco histórico de la ciudad. En este sentido el Dr. Guillermo Rafael Álvarez, ex juez de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral, explicó detalladamente por qué no pueden hacerlo.

“Hemos asistido en estas últimas semanas a una especie de lobby del grupo de arquitectos e instituciones que dependen de ello (UOCRA). Donde se vuelven a manifestar viejas discrepancias. Nosotros llevamos en el Proyecto Goya más de siete años en esta persistente búsqueda de la preservación del casco histórico de Goya y hemos conseguido, después de tanto instruir, divulgar y aprender a su vez, la sanción de esta ordenanza (1965) de la que este grupo de arquitectos pide la derogación, sosteniendo temas ya trillados: que Goya no tiene casco histórico, que se eliminan fuentes de trabajo, que el patrimonio no atrae al turismo, que la zona protegida es un área demasiado grande y Goya no tiene espacio para crecer si no es para arriba” dice

“No se puede derogar una ordenanza vigente por estos argumentos. Se puede ampliar la protección del patrimonio que se ha logrado pero no disminuirla. Una protección a un edificio aislado no es lo mismo que garantizar el entorno de dicho edificio o de dicho casco, que no es sólo desde el valor arquitectónico sino cultural, humanístico; puesto que es el centro fundacional de Goya”.

“Nadie puede discutir que el centro de Goya es la plaza Mitre. La misma propaganda que hace el shopping dice —Estamos frente a la principal plaza de Goya”.

“Preferiría discutir hacia el futuro. Es decir, plantear por ejemplo que hay un ofrecimiento de una suma millonaria por la Comisión de Monumentos para la puesta en valor de determinada zona de Goya, que hasta hoy no ha sido aceptada por la Municipalidad, tengo entendido. Hay mucho por hacer en ese aspecto, poner en funcionamiento al observatorio, la comisión asesora, todo lo que prevé esa ordenanza que no es limitante para la construcción sino que una vez analizado, el proyecto se dirá”.

“No somos —como se dice— cuatro locos que estamos propiciando esta conservación del casco histórico. Si uno lee por ejemplo lo que sostiene el Papa en su encíclica «Laudato si'» en coincidencia absoluta, hoy estuve leyendo en una FM parte de esta y resulté medio pesado, me parece. Pero voy a leer un párrafo en el punto N°143 respecto a la ecología cultural”:

“Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear nuevas ciudades supuestamente más ecológicas, donde no siempre se vuelve deseable vivir. Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original. Por eso, la ecología también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad en su sentido más amplio. De manera más directa, reclama prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones relacionadas con el medio ambiente, poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje popular. Es la cultura no sólo en el sentido de los monumentos del pasado, sino especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo, que no puede excluirse a la hora de repensar la relación del ser humano con el ambiente. […] Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une. […] Toda intervención en el paisaje urbano o rural debería considerar cómo los distintos elementos del lugar conforman un todo que es percibido por los habitantes como un cuadro coherente con su riqueza de significados. Así los otros dejan de ser extraños, y se los puede sentir como parte de un «nosotros» que construimos juntos. Por esta misma razón, tanto en el ambiente urbano como en el rural, conviene preservar algunos lugares donde se eviten intervenciones humanas que los modifiquen constantemente”.

Francisco. Laudato si'. 24 de mayo de 2015.

“Dejo aquí porque es realmente largo pero hay una coincidencia total, como es también coincidente con lo que sostiene la UNESCO por ejemplo en las «Recomendaciones para el paisaje urbano histórico», que es otra entidad que habla de la conservación del casco histórico, de la conservación de la ciudades, en fin. Va a ser muy largo leer todo esto, pero me gustaría sí hacer otra referencia”.

“Supongo que quienes piden la derogación están viendo que otra vía, tal vez más directa para lograr la ineficacia de la ordenanza es aludir a la falta de publicación que habría tenido la misma y que como tanto, no estaría vigente”.

“La ordenanza fue promulgada por la anterior gestión municipal con un artículo vetado, por lo que tenía que volver al Concejo Deliberante para que manifieste con determinada mayoría si exigía la promulgación del texto originario. No se expidió el Concejo, por lo tanto quedó firme ese veto por ahora. Al estar promulgada se ordena la publicación”.

“Es decir que si el argumento es decir que no está vigente por falta de publicación, se puede hacer hoy o mañana, nada lo impide. No sólo que nada impide sino que es atribución y obligación del intendente, como dice la Carta Orgánica Municipal. El intendente estaría incumpliendo en sus funciones en la medida en que no procede a la publicación de una ordenanza ya promulgada por el Concejo Deliberante”.

“Creo que algunos concejales de la anterior gestión han viajado a San Antonio de Areco por ejemplo, donde hace pocos años se multiplicó por diez la cantidad de hoteles, restaurantes, afluencia de los turistas. Es realmente magnífica”.

“También es de destacar la ciudad de Colonia en Uruguay. Tenía algunos rastros de la ocupación portuguesa pero recién fue puesta en valor —que es lo que se está queriendo hacer en Goya— a partir de 1975. Antes no existía la afluencia turística a Colonia. Un médico y un periodista se pusieron en campaña, no eran arquitectos por supuesto y fueron logrando esa puesta en valor. Hoy no hay extranjero que llegue a Buenos Aires y que no vaya a Colonia”.

“Ir a Colonia es un paseo al pasado que está hecho hace a lo mejor un año o dos, pero conservando todo el estilo y ornamentación, faroles, cartelería, en fin. Es un placer. Coexiste la ciudad de Colonia con todo el movimiento de tráfico sin afectar ese casco histórico”.

“Ambos casos son destacables. Otras ciudades han hecho reconstituciones parciales. En San Carlos, también del Uruguay, detrás de la iglesia se juntaron lápidas de la época de la colonia. No hay ningún cuerpo, sólo son lápidas que dicen —Aquí yace fulano de tal, esclavo, muerto de tos. —por ejemplo”.

“Acá, eso de volver al adoquinado por ejemplo, que los vecinos de San Telmo protestan tanto cuando se quiere quitar un adoquín, en Villaguay (Entre Ríos) se adoquinó todo el entorno a la plaza principal, frente a la intendencia. Está todo nuevo. Quedó una hermosura”.

“Hay fotos de Goya que muestran sus calles todas adoquinadas, antes del pavimento. Seguramente si uno levanta el pavimento, abajo están todos los adoquines”.

“No es un volver atrás sin sentido sino que es una puesta en valor para lograr una afluencia turística importante, no la puedo demostrar pero el europeo que hoy día ha tenido que tachar África de su calendario por ejemplo, es muy factible que se vaya volcando masivamente hacia lugares que ofrecen —aunque nos quejemos de la seguridad en la Argentina— grandes márgenes de seguridad”.

“Existen organismos, el mismo Banco Interamericano de Desarrollo, que ha hecho un estudio sobre Goya, pidiendo que las construcciones no superen tres pisos y una serie de recomendaciones así. Es un organismo de financiación para estos casos. Hay una compañía japonesa que reconstruyó Cachi, en Salta”.

“En algún momento cuando vean el rendimiento de la puesta en valor de ciudades como Goya, que causa asombro en los turistas al ver esa ciudad baja, con un estilo homogéneo que no es común. Acá hay ciudades como Salta por ejemplo, que conservan el estilo colonial español y este es un estilo italianizante, distinto, que no hay muchas ciudades con esta masiva concentración de edificios de este estilo”.

“Esto se logra con puesta en valor. Hay que destacar, hacer cartelería, faroles, pintar los frentes. Creo que el futuro está ahí. Un futuro que busca que Goya deje de ser una muestra de la miseria —es una de las ciudades más pobres del país— y aunque ahora se presenta un lindo negocio inmobiliario que implica una inversión rápidamente, no es ahí donde está el futuro de nuestra ciudad sino en el mantenimiento de este patrimonio cultural que hemos heredado y queremos que hereden nuestros hijos y nietos”.

Martes, 22 de mayo de 2018