En este contexto en donde las preguntas son más que las respuestas aumentaron las consultas a profesionales. Los psicólogos y médicos cardiólogos alertan por las causas y dan recomendaciones para morigerar las consecuencias.

La suba del dólar, el aumento de tasas, el incremento de la inflación y el futuro de los créditos, son todos temas que por estas horas circularon en los medios y fue tema recurrente en las conversaciones entre familiares y amigos. En este contexto en donde las preguntas son más que las respuestas, aumentaron los casos de ansiedad, angustia y estrés

Profesionales del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA) aseguraron que la incertidumbre económica generó esta alza y deterioro en la salud de la población.

Según Gabriela Martínez Castro, directora del CEETA, si bien el fenómeno ya se había producido en 2001 y recrudeció en 2008 con la crisis mundial, para volver en 2013, en este momento está resurgiendo la misma sintomatología.

"Solo basta con prender la televisión y ver las variaciones del dólar, o recibir una factura de servicios, o ir al supermercado y ver el aumento de las cosas y sentir que el dinero no alcanza para que aquellas personas con tendencia a sufrir trastornos de ansiedad, vea agudizado su cuadro", indicó Castro, especialista en trastornos de ansiedad.

Si bien los más afectados son aquellas personas que tienen una predisposición a padecer este tipo de trastornos, es muy probable que “gente que no tiene predisposición a padecer trastornos de ansiedad desarrolle probablemente un cuadro de estrés importante, porque lamentablemente nadie escapa a este tipo de factores donde la economía sostiene los hogares y en estos momentos nadie sabe "a dónde va a ir a parar todo" como dice más de uno”, aseguró la profesional.



Hogar

La crisis alcanza tanto a hombres como mujeres. Es de destacar que no es malo sentirse ansioso, ya que como aclara la terapeuta “todos tenemos ansiedad, porque es algo corriente en los seres humanos”, la misma debe moverse dentro de determinados parámetros para que sea benévola sino “cuando supera límites normales la ansiedad comienza a ser un problema, porque produce un deterioro en la calidad de vida de la persona, y es ahí cuando estamos frente a un trastorno”, comenta Martínez Castro.

Esta incertidumbre en la economía deriva en problemas en el trabajo, al no saber qué pasará con el empleo; en el hogar por los gastos excesivos; en la vida cotidiana, de familia. Aumenta la angustia, el mal humor, las discusiones, la gente está más irritable, menos tolerante.



Infarto

En la misma línea, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), afirmó que un contexto marcado por el aumento de las tasas de desempleo, la reducción de los salarios, el recorte de pensiones y la disminución de los niveles de satisfacción de vida, sumados a menores presupuestos en áreas de atención sanitaria y bienestar social, es capaz de causar serias consecuencias en términos de salud de una población.

“Para hacer frente a estas consecuencias de las crisis económicas es importante garantizar el acceso a servicios de salud de calidad, mejorar las estrategias de prevención y controlar los factores de riesgo a nivel individual y poblacional”, indicaron.

En ese sentido, afirmaron que una pronta respuesta frente a las situaciones de inestabilidad económica requiere de un sistema temprano de información basado en el monitoreo de los problemas prioritarios de salud, incluyendo las enfermedades cardiovasculares.

Las entidades recomendaron realizar encuestas nacionales y comunitarias regulares para contar con información precisa sobre cómo la morbi-mortalidad por enfermedades cardiovasculares está cambiando en el contexto de una crisis económica.

También consideraron necesario reforzar los servicios de atención sanitaria destinados a paliar el estrés psicosocial.



Recomendaciones

Según su experiencia en casos de esta índole, la Lic. Martínez Castro recomienda que las personas que sufren este problema, antes que todo, no deben perder la calma e intentar afrontar la situación de la manera más realista posible, entendiendo que una crisis económica no es para siempre ni terminal y que vendrán tiempos mejores.

También se debe trabajar sobre los pensamientos negativos, que pueden dar lugar a un trastorno de ansiedad.

Por otra parte, en casos más severos, la licenciada sugiere someterse a un tratamiento de tipo breve, cognitivo-conductual, en el que se trabaja focalizadamente y se ven resultados en cortos períodos de tiempo.

Dependiendo la situación se puede acudir a una interconsulta psiquiátrica, con el fin de suministrar al paciente pequeñas dosis de medicación, pero con le objetivo de retirarlas al corto plazo.

El fin de este tratamiento es devolver en pocos meses al paciente la calidad de vida que antes tenía.

Martes, 22 de mayo de 2018