No pensé que me iba a pasar lo que me pasó. Yo creía que ya estaba preparado para enfrentar esto, pero no pude evitar quebrarme cuando bajé al pozo de zorro en el que estuve los 72 días de la guerra. Me puse a llorar y al instante tuve a diez de mis camaradas abrazándome”, contó Zabala, que está al frente del Centro de Ex Combatientes de Goya.

Tras una semana en Malvinas, el contingente de ex combatientes correntinos regresará a Corrientes tras una experiencia que -al igual que la guerra- marcará un antes y un después en su vida. “Todo lo que hemos venido a hacer, lo hemos hecho.

Nos sentimos liberados, felices y tristes al mismo tiempo”, comentó a el Goyano Roque Zabala, mientras esperaban compartir el almuerzo en el Hotel Malvinas, donde se hospedan. Zabala pertenecía al Regimiento de Infantería Nº 12 y formó parte de la defensa de Puerto Argentino, la capital del archipiélago. Combatió en Monte William, donde armó una trinchera. “
No pensé que me iba a pasar lo que me pasó. Yo creía que ya estaba preparado para enfrentar esto, pero no pude evitar quebrarme cuando bajé al pozo de zorro en el que estuve los 72 días de la guerra. Me puse a llorar y al instante tuve a diez de mis camaradas abrazándome”, contó Zabala, que está al frente del Centro de Ex Combatientes de Goya. Recorrieron las trincheras de los 20 ex combatientes. En el terreno encontraron zapatillas, encendedores, máquinas de afeitar, cantimploras, chapas, parte de una zapatilla Flecha, entre otros. “Haber venido a Malvinas con 18 años es una cosa y hacerlo con más de medio siglo es otra. Todavía no se cómo pude aguantar todo”, agregó. El itinerario incluyó el cementerio de Darwin, el Monte Harriet, Tumbledown, Dos Hermanas, Monte Kent, Monte William, entre otros. Para llegar a Monte William tuvieron que caminar durante seis horas. Cuando estaban allí, dos aviones realizaron un vuelo rasante. Zabala reconoció que “en todo momento estuvieron presentes los fantasmas de la guerra” pero que después de 36 años pudo realizar el duelo por todo lo que perdió en las islas. “Ahora siento alivio, mucho alivio por haber podido hacer el duelo que no pudimos en estos 36 años. Creo que todos nos sentimos liberados porque se cerró algo que estaba abierto y que no se podía cerrar. Tenemos sentimientos encontrados: felicidad por estar acá, pero también tristeza por todo lo que pasó, por todo lo que pasamos acá”, contó. “Lloramos mucho, especialmente en el cementerio cuando fuimos a rendir homenaje a nuestros camaradas, pero también nos hemos reído mucho, con las anécdotas y algunos recuerdos”, agregó. Se alojaron en el Hotel Malvinas, donde el trato fue el correcto, pero con los kelpers no hubo contacto. “Son más fríos que el clima”, según Zabala. Sin embargo, conversaron con peruanos y chilenos que se encontraban en las islas.

La contenciÓn

Durante todos estos años, la familia fue fundamental para Zabala. Está casado desde hace casi 30 años y tiene tres hijos (dos mujeres y un varón). Es abuelo. Una de sus hijas, Soledad, dio a luz hace dos años a gemelas, un 2 de abril. “Fue hermoso tener las nietas el 2 de abril, como el día en que desembarcamos en Malvinas en el ‘82. Y encima gemelas, dos como las islas”, remarcó. El grupo de 20 ex combatientes correntinos regresará a la provincia tras una semana en Malvinas, donde los recuerdos de la guerra estuvieron más presentes que nunca. Si el clima lo permite, hoy comenzarán a desandar el camino. A las 14.10 tomarán un avión a Río Gallegos, de allí a Buenos Aires y luego otro a Resistencia, donde está proyectado que el arribo se realice a las 16. Estarán en Corrientes mañana alrededor de las 18 y serían recibidos en alguna dependencia oficial.s

Lunes, 21 de mayo de 2018