VALDES NO SABE QUE PASO
La farsa electoral del gobierno: la Coca Cola
“No sé qué pasó con la Coca Cola”, reconoció el gobernador Gustavo Valdés derribando un relato que el propio frente oficialista ECO-Cambiemos utilizó hasta el cansancio en las campañas electorales de 2013, 2015 y 2017. Nadie sabe por qué no se registran avances en la instalación en Corrientes de la planta de la productora de gaseosas más grande del mundo. 48 horas antes de las elecciones de septiembre de 2013, cuando Ricardo Colombi buscaba la reelección en su segundo mandato como jefe del Ejecutivo provincial, en compulsa con el entonces intendente de la ciudad, Camau Espinola, anunció con bombos y platillos la instalación de una planta fabril del refresco más importante del planeta.
Corrientes volvería a soñar con recuperar la Coca Cola, que en los años setenta, casi inexplicablemente quebró como industria en la ciudad, siendo el primer caso en la historia de The Company Coca Cola en bajar sus persianas. No era otra que una de las marcas comerciales más exitosas desde su propio nacimiento. Tanto que el caso Corrientes terminó figurando el libro de record Guinness. Pasaron los meses los años, y el velo comenzó a correrse dejando al descubierto una de las farsas electorales más tremendas de la historia política de la provincia: la Coca Cola de Colombi. “La Coca Cola ya no sé si se instala. No sé qué pasó con la Coca Cola. Los inversores están ahí…viendo”, afirmó ayer Valdés en una entrevista que le realizaron en el estudio de radio LT7, durante el programa que conduce María Mercedes Vázquez. El mandatario radical dejó en claro que sigue demorada la finalización de la Coca Coca en el predio ubicado por ruta 12, a diez kilómetros del acceso a Corrientes capital. Valdés estaba hablando de “la necesidad de industrializar la provincia, con más parques y aprovechamiento de los recursos naturales”. En ese momento, le preguntaron qué sucede entonces con la planta que la compañía multinacional iba a instalar para producir sus gaseosas. “La Coca Cola ya no sé si se instala”, fue la respuesta de Valdés. Bastó una frase del actual gobernador radical para dejar en claro que esa firma mantiene postergado su desembarco en Corrientes, tal como ya se advirtió en 2016 y 2017 cuando se mostraron imágenes del predio vacío.
“ESTA FIRME ESO”
En la campaña electoral de 2017, enojado porque ya se advertía que obra no avanzaba, Colombi insistió: “Está firme eso y va a traer cientos de puestos de trabajo con una inversión de más de 400 millones de pesos”. Ciertos trabajadores del rubro se ilusionaron la posibilidad de obtener un puesto en el lugar. Pero, por ahora, deberán seguir esperando. En septiembre de 2016, los directivos de la empresa enfatizarían en una conferencia ante periodistas locales, que proyectaban el inicio de la producción en la planta correntina en 2019. Ahora, más de un año y medio después, el gobernador Valdés dejó en claro que desconoce esa posibilidad. En febrero de 2017, en el último año de gestión de Colombi, el gobierno apuró un parte de prensa en el que mostró una foto del predio con dos conteiner que hacían de depósitos para la realización de los primeros trabajos en el lugar y camiones trabajando. “A pasos firme Coca Cola, avanza con la instalación de su planta en Corrientes”, afirmó ese texto. “Una vez que concluya la instalación del obrador se iniciarán las obras de construcción del Centro de Distribución”, agregó la misiva oficial. Catorce meses después de ese comunicado gubernativo, el diario 1588 pudo saber que hoy existe en el lugar solo un piso de hormigón, donde posiblemente se instalará el centro de distribución, cuyas paredes y techos todavía restan levantar. Más lejos aún, está la terminación de la planta de producción de la gaseosa. En tanto lo que se observa desde la ruta 12, son los conteiners que sirven para tareas del obrador.
PALIDA MACRISTA
La primera pálida que recibió el proyecto fue en 2017, ya con Mauricio Macri en la Presidencia. El año pasado, los directivos avisaron que si la nación aumentaba el impuesto a las gaseosas azucaradas iban a frenar las inversiones. En esa oportunidad, el gobierno de Colombi salió, otra vez, a sostener que el proyecto en Corrientes no se frenaba. Hasta el momento, sigue siendo una promesa. El gobernador actual dice que no sabe nada del tema o, al menos, no quiere dar detalles, simplemente porque no los tendría.
Ministro Raúl Schiavi
La respuesta de Valdés coincide con el silencio sobre el tema al que se llamaron el ex gobernador Ricardo Colombi; el titular del Plan Belgrano, Carlos Vignolo; y el intendente de la ciudad, Eduardo Tassano. Los tres hicieron campaña promocionando el año pasado la llega de inversiones extranjeras a Corrientes con el desembarco de la Coca Cola. Valdés también fue parte de ese relato prometedor. El que debería estar al tanto con lujo de detalles es el macrista Raúl Schiavi, dirigente del PRO al que Valdés nombró como ministro de Industria. El lunes pasado, el funcionario fue consultado por la prensa sobre la Coca Cola. No dio precisiones y respondió con generalidades. “Han ratificado su decisión de invertir en la Provincia. Hay cuestiones macroeconómicas que deben solucionar y estamos negociando las obras de infraestructuras necesarias para su instalación”, respondió Schiavi. Es decir, ninguna precisión sobre su puesta en marcha.
Cristina también lo anunció
En una provincia con más del 35 por ciento de su población en la pobreza, con altos índices de personas sin trabajo o subempleadas, y sin desarrollo industrial, la llegada de Coca Cola siempre fue tentadora. Ilusionó a muchos correntinos por la oferta de trabajo que pueden otorgar ese tipo de compañías. Sirvió también para que el gobierno radical, que lleva 18 años en el poder (última intervención federal incluida), tenga un tema interesante de campaña electoral en los últimos tres años. El primer anuncio de construcción de esa planta en Corrientes desde la nación lo hizo Cristina Fernández de Kirchner a principios de 2015. Meses antes de terminar su mandato, la expresidenta se había reunido con los directivos por el paquete de inversiones que tenían previsto desarrollar en Argentina, incluida la planta correntina. La piedra fundamental
En 2015, cuando las dudas empezaron a sobrevolar por la tardanza en la implementación de lo que al final sería una simple embotelladora cocacolera, en un encuentro donde se cimentaría la aparente industria bajo carpas armadas con merchandising de alto nivel con bonitas promotoras, se colocaría la piedra fundamental entre aplausos del gobernador Colombi, sus ministros y los empresarios responsables del mega-emprendimiento fabril. Eran tiempos de elecciones presidenciales nacionales y Cambiemos de Mauricio Macri junto a su nuevo socio local ECO (Encuentro por Corrientes), buscaba hacerse fuerte en la zona tratando de captar la mayor cantidad de votos posibles. Aparecería un informe oficial sobre los trámites que debía realizar la Firma para tener la aprobación del municipio para concretar la obra (uso de suelo entre otras cosas): desde diciembre de 2016 el expediente se encuentra sin movimiento. Anteriormente el vuelo de un Drone por la zona, dejaría en evidencia que en el lugar de afincamiento de la pomposa industria, solo había unos trailers de oficinas rodantes, y absolutamente nada más.
Viernes, 27 de abril de 2018
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