TRUMP PROMETE UNA RESPUESTA POR SIRIA
El magnate republicano dijo que tomará una decisión en horas tras el supuesto ataque químico
Mientras el mandatario de EE.UU. no descartaba una acción militar y el Consejo de Seguridad se reunía a pedido de Washington, Londres y París, el régimen sirio desmentía que hubiera usado armas químicas en la ciudad de Duma.
El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió ayer “decisiones importantes” sobre Siria en las próximas 48 horas, acentuando la presión sobre Bashar al Assad tras un presunto ataque con armas químicas en una ciudad rebelde que provocó indignación internacional.
En tanto, en la ONU el Consejo de Seguridad realizó una reunión de urgencia convocada por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido para discutir la situación luego del alegado uso de armas químicas contra civiles en la ciudad de Duma. La reunión apoyó “una investigación independiente” y exigir que los “autores de este acto atroz” rindan cuentas, según Washington. Estados Unidos hizo circular en paralelo un proyecto de resolución que reclama la creación de un nuevo “mecanismo de investigación independiente de Naciones Unidas”. En tanto, en una reunión de su gabinete Trump condenó lo que calificó como un “odioso ataque a inocentes” en Duma, bastión rebelde en las afueras de la capital siria, en un supuesto ataque que fue imputado al régimen de Al Assad.
“Esto es sobre la humanidad, no se puede permitir que suceda”, dijo Trump, agregando que anunciará su decisión en las “próximas 24-48 horas”. El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, había apuntado ayer el papel de Rusia en este ataque. Y advirtió que de momento no se excluía ninguna opción. En este sentido la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, apuntó que Rusia e Irán tenían “responsabilidad” en el presunto ataque, por considerar que Siria no podría haberlo realizado sin el “apoyo material” de sus dos aliados.
El presidente ruso, Vladimir Putin, condenó por su parte “el carácter inadmisible de las provocaciones y especulaciones” sobre el presunto ataque con armas químicas. Moscú había insistido antes sobre la “necesidad de elucidar de manera muy minuciosa” lo que sucedió en Duma.
Ayer se reavivó el espectro de una respuesta militar tras el disparo de misiles contra la base militar T-4 del régimen en el centro de Siria, ataque que Damasco y Moscú atribuyeron a Israel. Washington y París, que habían amenazado a Damasco con una “respuesta fuerte y común” tras el ataque del sábado, negaron haber actuado contra esa base.
Hace un año Trump ordenó bombardear una base militar siria en respuesta a un ataque con gas sarín atribuido al gobierno sirio que dejó m s de 80 civiles muertos en Jan Sheijun. Según los Cascos Blancos y la ONG médica Syrian American Medical Society, más de 40 personas murieron en “el ataque con gas tóxico” en Duma, en la región de Guta Oriental que el régimen está por conquistar en su totalidad.
Damasco y Moscú desmintieron esas informaciones no verificadas por una fuente independiente. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que utiliza a una amplia red de informantes en Siria, no pudo confirmar que hubo un ataque con armas químicas.
Unas horas antes del inicio de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el canciller británico, Boris Johnson, reclamó una respuesta internacional “fuerte”.
El régimen de Bashar al Assad siempre negó su responsabilidad en los ataques con armas químicas que se le atribuyen desde que comenzó la guerra en 2011. Un video difundido por los Cascos Blancos y presentado como grabado luego del presunto ataque en Duma muestra cuerpos sin vida con espuma blanca saliendo de sus bocas. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció que investiga estas informaciones.
El apoyo militar de Moscú permitió a Damasco revertir el curso de la guerra que dejó hasta ahora más de 350.000 muertos y reconquistar gran parte del territorio que había perdido. Su ofensiva en Guta Oriental hizo plegar a los grupos rebeldes que aceptaron evacuar el enclave, bombardeado intensamente. Unos 1.700 civiles murieron según el OSDH.
El ataque contra la base T-4 mató a 14 combatientes del gobierno sirio, según el OSDH. En esta base están desplegadas tropas rusas e iraníes, indica el OSDH. Teherán confirmó la muerte de cuatro “consejeros militares” iraníes en este ataque. Israel llevó a cabo numerosos ataques contra objetivos en Siria los últimos años, pero ayer no quiso hacer comentarios.”Este ataque no hubiese sido posible sin el aval estadounidense”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores sirio.
En febrero, Israel ya había atacado esa misma base acusando a las fuerzas iraníes de haber enviado un dron a territorio israelí desde allí. Después de bombardear unidades iraníes en Siria, un F-16 de Israel fue derribado por el régimen de Assad en una de las escaladas más violentas del conflicto.
Martes, 10 de abril de 2018
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