ESTUDIO SOBRE LA EVOLUCION
Revelan que el movimiento de las cejas fue clave para la supervivencia de los humanos
La Universidad de York (Canadá) sostiene que su transformación ayudó a transmitir estados emocionales y empatía.
Así como el ser humano evolucionó con el correr del tiempo, sus cejas también fueron parte de esa transformación. Ahora los científicos encontraron que su movilidad es clave para expresar una amplia gama de emociones, a tal punto que jugaron un papel vital en la supervivencia humana.
Un estudio de la Universidad de York (Canadá) sostiene que una pronunciada protuberancia de las cejas era una señal permanente de dominación y agresión en los antepasados humanos primitivos.
El trabajo, publicado por la revista Nature Ecology & Evolution, propone que las gruesas prominencias óseas por encima de los ojos (arcos superciliares) de los primeros humanos podrían señalar el estatus social y, posteriormente, al hacerse más lisas y verticales propiciaron habilidades de comunicación.
Esto, a su vez, se dice que ayudó a los humanos prehistóricos a establecer las grandes redes sociales necesarias para sobrevivir durante la última Era de Hielo.
Hasta este estudio, la hipótesis previa le daba a esta parte del cráneo un papel meramente estructural, al tener una función de protección contra el impacto de morder y masticar; y también al suponer la unión de dos partes del cráneo: las cuencas de los ojos y la caja craneal.
"Mirar a otros animales puede ofrecer pistas interesantes sobre cuál pudo haber sido la función de esa frente prominente. En los mandriles, los machos dominantes tienen bultos de colores brillantes a cada lado del hocico para mostrar su estatus. El crecimiento de estos bultos se debe a factores hormonales y los huesos por debajo están picados con cráteres microscópicos, una característica que también se puede ver en las cejas de los homínidos arcaicos”, indica Paul O'Higgins, profesor de anatomía en la universidad canadiense y uno de los autores del informe.
A medida que los humanos se volvieron más sociables, los investigadores creen que el aplanamiento de la frente permitió el desarrollo de cejas más visibles y móviles, capaces de mostrar emociones sutiles y cambiantes. En particular, se usan para expresar sensaciones matizadas: un movimiento rápido de cejas es un signo de reconocimiento, alzarlas indica simpatía, y hay pequeños movimientos que son clave para identificar la confiabilidad y el engaño. "Todo esto se traduce en una mayor cooperación y compresión entre las personas", agrega la investigación.
Martes, 10 de abril de 2018
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