LO CALIFICARON COMO UN MODUS OPERANDI
Refugiadas en Siria denuncian que ONU y ONG les exigían tener sexo a cambio de comida
La misma y brutal extorsión, sexo a cambio de alimentos y otras ayudas, eso es lo que padecieron miles de mujeres sirias, víctimas del deshumanizado chantaje de operadores de agencias de la ONU y una ONG, según una denuncia de una cooperativa.
En una entrevista con la BBC, justo en el día mundial de organizaciones sin ánimo de lucro y en medio de un escándalo de abuso que está poniendo en jaque a varias organizaciones humanitarias en todo el mundo, Danielle Spencer reveló el escalofriante modus operandi de algunos de sus colegas activos en Siria.
"Usaron la ayuda para someter a las mujeres y tenerlas como rehenes", explicó el operador, que recolectó los testimonios de varias víctimas. Se trata de una práctica generalizada, tanto que las mujeres en Siria ahora se niegan a ir a los centros de distribución por temor a abusos sexuales.
"Una mujer que espera recibir productos esenciales para poder vivir, como comida o jabón, debe estar contenida y protegida. Lo último que necesita es un hombre que la chantajee pidiéndole que tenga sexo con ella a cambio de esa ayuda", dijo Spencer.
Un drama, según el cooperador, cercano a la ONU durante siete años, prácticamente desde el comienzo de la guerra en Siria. Pero, su acusación, "deliberadamente fue ignorada". Existen reportes de la ONU que informan sobre violencia sexual por parte de trabajadores humanitarios a lo largo de los años.
El último trabajo, "Voces de Siria 2018", fue redactado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas y denuncia que "las mujeres y las niñas se ven obligadas a hacer favores sexuales a cambio de alimentos".
Ayuda a cambio de "visitas domiciliarias" o "servicios de una noche", son otras variables de esa extorsión sexual. Hace tres años, otros dos informes, presentados en una conferencia de agencias de la ONU y organizaciones humanitarias en Jordania, revelaron el hostigamiento sufrido por las mujeres sirias.
Uno en particular, editado por el Comité Internacional de Rescate, informó que el 40% de las mujeres y niñas en Dara y Quneitra habían sufrido violencia sexual mientras trataban de obtener ayuda humanitaria.
Después de la reunión de Amman, algunas ONG y la agencia de la ONU dijeron que habían aumentado los controles sobre sus empleados y adoptado una política de "tolerancia cero para el acoso sexual".
Un portavoz del ACNUR admitió que conocía los hechos en ese momento, pero que no había pruebas suficientes para tomar medidas contra personas u organizaciones. Sin embargo, anunció que había comenzado una nueva investigación.
Según Spencer, el sector "quería hacer la vista gorda". "La ONU y el sistema en general han decidido sacrificar el cuerpo de mujeres", acusa el trabajador humanitario. "Alguien, en alguna parte, decidió que para entregar ayuda a más personas era aceptable que el cuerpo de las mujeres fuera usado, explotado, violado", disparó Spencer indignado.
Jueves, 1 de marzo de 2018
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