BOKO HARAM
El presidente de Nigeria confirma el secuestro de más de 100 niñas
El presidente de Nigeria reconoció que 110 niñas desaparecidas tras un ataque lanzado por Boko Haram a una escuela secundaria hace una semana están 'secuestradas' por ese grupo yihadista.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, reconoció que 110 niñas desaparecidas tras un ataque lanzado por Boko Haram a una escuela secundaria hace una semana están "secuestradas" por ese grupo yihadista y prometió que serán "rescatadas o liberadas de forma segura".
Tras una serie de confirmaciones y desmentidas, el mandatario africano admitió por primera vez el secuestro masivo perpetrado en la localidad de Dapchi, en el estado nororiental de Yobe, por Boko Haram, que recuerda a otro de más de 200 chicas ocurrido en 2014, por el que los yihadistas se hicieron conocidos mundialmente.
Boko Haram, que irrumpió en Nigeria en 2009 y que desde entonces mató a miles de personas en su objetivo de imponer un califato, atacó el lunes pasado una escuela secundaria, lo que provocó la huida de cientos de alumnas y docentes.
Tras saberse que muchas de las chicas se encontraban con paradero desconocido, se dispararon los temores de que los yihadistas hubieran vuelto a secuestrar a numerosas chicas. En abril de 2014, Haram secuestró a más de 200 chicas de una escuela secundaria de la ciudad de Chibok, en el estado de Borno, de las que 112 permanecen aún en cautiverio.
En un encuentro con un grupo de rehenes liberados recientemente por Boko Haram, Buhari dijo: "He pedido a las agencias de seguridad que se aseguren de que todas las personas secuestradas, incluidas las niñas de Dapchi, sean liberadas de forma segura".
"Mi gobierno valora las vidas de los seres humanos, especialmente las de sus ciudadanos", agregó el mandatario, informó la radio estatal Voice of Nigeria, citada por la agencia de noticias EEF. El presidente nigeriano también aseguró que pidió a los organismos competentes que "hagan todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad de nuestras escuelas y estudiantes, así como para devolver a las niñas secuestradas a sus familias".
La semana pasada, el jefe de Estado anunció que iba a reforzar el número de tropas en en el norte del país, donde Boko Haram tiene fuerte presencia, y a enviar vigilancia aérea para conseguir que las muchachas, por entonces dadas por desaparecidas, volvieran a casa seguras, y que los atacantes "sean arrestados y se haga justicia".
Tras una reunión celebrada ayer con las familias de las desaparecidas, el director del centro y autoridades locales, el ministro de Información, Lai Mohammed, había revelado que 110 de las 906 estudiantes matriculadas en el colegio seguían desaparecidas tras el ataque, aunque sin confirmar que se tratase de un secuestro.
Las informaciones contradictorias desde que se conoció el ataque -las autoridades estatales informaron del rescate de varias niñas y luego lo desmintieron- han provocado temores e indignación entre la población nigeriana, especialmente entre los activistas de la campaña "Bring Back Our Girls" ("Devuélvannos a nuestras chicas", en inglés), a la que se unieron celebridades y personas de todo el mundo.
Aisha Yesufu, una de las caras visibles de esta plataforma que lucha por la liberación de todas las chicas secuestradas por Boko Haram, achacó el secuestro a "la incompetencia de la administración del presidente Muhammadu Buhari".
Nigeria ha visto incrementado el número de ataques suicidas en los últimos meses, pese a que los yihadistas han perdido presencia en algunos de sus territorios tras operaciones exitosas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad.
En represalia, los yihadistas concentraron sus atentados en sitios considerados como puntos débiles, como lugares de oración, escuelas y campamentos de refugiados. Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado de corte islámico en Nigeria, país con un Norte de mayoría musulmana y un Sur predominantemente cristiano.
Más de 20.000 personas han muerto desde el comienzo de la insurgencia yihadista en la zona, en 2009. Además, alrededor de 1,6 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y 4,7 millones necesitan asistencia alimentaria urgentemente, según cifras de la ONU.
Martes, 27 de febrero de 2018
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