GRAN BRETAÑA
Médicos y legisladores británicos advierten sobre el colapso del Servicio Nacional de Salud
El laborista Jeremy Corbyn atacó la caótica remodelación del gabinete de Theresa May señalando que este caos es un perfecto reflejo de lo que estaba viviendo el Servicio Nacional de Salud y los servicios sociales.
La austeridad tarde o temprano se paga. La “crisis de invierno” del NHS, el Servicio Nacional de Salud británico, está mostrando el impacto de ocho años de ajustes conservadores en los niveles de atención pública y la salud de la población.
Esta semana unos dos mil médicos “senior” a cargo de los 68 servicios de Accidente y Emergencia más importantes del Reino Unido le escribieron una dramática carta a la primer ministro Theresa May para advertirle que diariamente unos 120 pacientes son atendidos en los pasillos de los hospitales y “muchos mueren prematuramente” debido a que el sistema está “crónicamente desfinanciado”.
El gobierno negó enfáticamente la crisis, pero la crítica no es nueva: el duro invierno inglés la ha vuelto mucho más apremiante.
En octubre, un estudio publicado por el British Medical Journal acusó a la política de austeridad conservadora de “economic murder”. Según el estudio, la inversión en salud per capita, que se había incrementado un 3,8 anual en la primera década del siglo, había caído a un 0,41 por ciento con la asunción de los conservadores en 2010, muy por debajo de lo que requieren los avances tecnológicos y la tendencia demográfica de un país como el Reino Unido. “Después de casi una década de austeridad está claro que esta política no sólo no promueve crecimiento económico o reduce el déficit, sino que es un desastre para la salud pública”, señaló uno de los coautores del informe, Lawrence King, de la Unidad de Investigación de Salud Aplicada de la Universidad de Cambridge.
Comparando los índices de mortalidad de 2010-2014 con la década precedente, los autores estimaron que habían muerto 45 mil personas más desde que se puso en marcha el programa de austeridad, que tuvo un impacto muy fuerte en los servicios sociales. En base a la tendencia identificada en esos primeros cuatro años de gobierno conservador, el estudio calculó que, si no se cambia la actual política, en el período 2015-2020 habrá unas 152 mil muertes más que en la primera década del siglo XXI.
El informe tuvo sus críticos, que señalaron que no había manera de verificar que las muertes se habían debido directamente a los cortes. “El estudio es probablemente correcto, pero no hay manera de probar que los cortes en los servicios sociales produjeron las muertes”, señaló el doctor Martin Roland, de la Universidad de Cambridge.
La objeción es válida, pero irrelevante. Un acta de defunción siempre se va a ceñir a las causas médicas del deceso: jamás va a decir que fue por recortes presupuestarios o falta de atención médica. La realidad es que los servicios sociales sufrieron un recorte de casi cinco mil millones de libras en estos ocho años de gobierno conservador, ajuste que recayó sobre los sectores más vulnerables.
El mismo gobierno reconoció este hecho en el presupuesto de abril pasado cuando anunció una inversión adicional para los servicios sociales de 1,3 mil millones, algo que, según el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, “es un parche al daño causado todo este tiempo”.
Lunes, 15 de enero de 2018
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