FLOR Y JAZMÍN
Denuncia que no le vendieron un ramo de flores para su novia porque es lesbiana
Para sorprender a su pareja en su aniversario, una joven quiso encargar un ramo por internet. Le bajaron la solicitud cuando dijo los nombres de ambas. El Inadi y la Defensoría LGBT de la Ciudad siguen el caso.
A pesar de que los tiempos pronostiquen una pérdida generalizada de romanticismo, las florerías todavía no perdieron clientes en masa y son muchas las personas que eligen tener un gesto con una pareja, un familiar o una amistad con un arreglo floral. Eso pensó también Karen, que este jueves 14 de diciembre cumple su primer aniversario con su pareja y no va a poder estar con ella por razones de trabajo. "Un poco cursi, sí, pero me pareció un lindo gesto que le lleguen ese día", le contó Karen al sitio Cosecha Roja, que publicó su historia. Le pareció que era mejor encargarlas por Mercado Libre –porque además su pareja vive en Capital Federal y ella no– y se dispuso a hacerlo el jueves pasado para quedarse tranquila de que llegaría sin inconvenientes. Se contactó con el negocio y, a través del chat que propone la plataforma, consultó en primer lugar si hacían envíos. La respuesta fue cordial: "Podemos hacerlo con mucho gusto. Entrega sin cargo". Compró una docena de rosas rojas y, cuando se acreditó el pago, le pidieron los datos para concretar la entrega y completar el ramo con un mensaje y los nombres. Karen mandó todo como le pidieron y en la parte "de tal y para tal" puso su nombre y el de su novia. Dos nombres de mujer. La respuesta de la vendedora fue una notificación de que no iban a poder contar con el envío para esa semana. Le consultaban si podía cancelar la compra y le ofrecían una devolución del dinero. Aunque se podría haber quedado con esa versión, un amigo le aconsejó que les dé "el beneficio de la duda". Probaron que otra compañera hiciera un pedido para la misma fecha, en una zona similar, y comprobaron que no había ningún problema con ese pedido. Ahí fue que Karen los increpó y le dejaron de contestar. En el espacio donde se pueden hacer preguntas públicas ella y sus compañeros de trabajo les preguntaron si no hacían entregan a personas del mismo sexo y se las eliminaron. "Después me bloquearon de todos lados y yo no los pude llamar porque estoy en Formosa por trabajo. Me bloquearon de todos lados, bloquearon a todos mis compañeros de trabajo que les escribieron también", dijo por teléfono a Infobae Karen, que todavía se encuentra de viaje por trabajo, a dos días de su aniversario. "Somos una florería cuyo objetivo es reforzar los valores de la familia, como base la fidelidad, el amor y sobre todo Dios": ese es el "concepto" que propone esta florería desde su perfil en Mercado Libre. Más tarde, a raíz de su reclamo, le escribieron de la empresa de compras y ventas online aclarándole que no compartían "ese tipo de actitudes" (en referencia a la homofobia) y le pidieron los datos del vendedor para evitar futuros inconvenientes. Karen sabe de la hostilidad de un sector de la sociedad con las parejas homosexuales, pero nunca le había tocado pasar por ese tipo de situaciones. "Sí nos pasó algo que en un momento tomábamos a risa pero después nos molestaba: nos preguntaban todo el tiempo si éramos hermanas", dijo. "No nos parecemos, pero era como con la intención de '¿qué son entonces?'. Al principio nos reíamos, pero después se empezó a repetir un montón. Era como 'vamos, no nos parecemos'". En Estados Unidos, por ejemplo, un caso similar sacude a la Justicia. Un pastelero cristiano conservador se negó a hacer la torta de casamiento de una pareja de homosexuales en 2012, fue demandado y la causa llegó ahora a la Corte Suprema. Incluso se instaló un debate entre los jueces, que se dividen entre la defensa de la libertad sexual (y la obligación del comerciante de atender a todos sus clientes independientemente de su orientación sexual) y la "libertad" del pastelero de evitar transmitir en sus pasteles un mensaje contrario a sus convicciones cristianas. Recién en junio se sabrá a favor de quién es el fallo. Teniendo en cuenta que ella ahora está lejos y que la historia se viralizó mucho, Karen espera su vuelta para ver cómo sigue este episodio. Naturalmente quiere conversarlo con su pareja. "Ella se enteró mucho después, así que está al tanto pero me está dejando actuar a mí", contó. "Yo le escribí al gente del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) y se comunicó conmigo la gente de la Defensoría LGBT para que cuando vuelva de viaje me reúna con ellos y vea cómo podemos seguir, si puedo hacer una denuncia o no".
Miércoles, 13 de diciembre de 2017
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