Marta Vallejos, hermana del sonarista del ARA San Juan, está haciendo ayuno “hasta que aparezcan los 44 tripulantes del submarino”. “Es una ofrenda para Dios y el universo para que se haga el milagro”, explicó. Aseguró que aunque hayan pasado 13 días, no pierden la fe y la esperanza, “tengo mucha conexión con mi hermano y no siento ese vacío, al contrario, siento que están bien”.

Lo llama “una ofrenda para Dios y el universo” y cuenta que no sólo lo hace por su hermano, también por sus 43 compañeros. Marta Vallejos, hermana menor del sonarista y suboficial segundo Celso Vallejos, está en su tercer día de ayuno hasta el día que aparezcan los tripulantes del submarino ARA San Juan. “La ofrenda es algo cristiano y lo hicieron los apóstoles en la época de Jesús, así que lo veo de ese lado como una ofrenda para que ese haga el milagro”, explicó a Sudamericana.

Ya pasaron 13 días, sin embargo asegura que los familiares mantienen la fe y la esperanza de encontrarlos con vida. “Yo estoy convencida que están bien porque son profesionales y están preparados para cualquier tipo de cosas que pase. Tengo mucha conexión con mi hermano y no siento ese vacío, al contrario, siento que están bien. Estoy convencida que si Dios me trajo a mi padre de la guerra, me a va a traer a mi hermano y a los 43”, agregó.



Marta es chaqueña, vive en Buenos Aires, pero ahora está alojada en la casa de sus padres en Mar del Plata. Ella se agrupa cada día con los demás familiares para oír el parte del vocero de la Armada, sobre la nueva información del día. “Estamos expectantes, hay días en que las emociones nos corren en contra pero tratamos de apoyarnos mutuamente, somos una gran familia naval”, dijo.

El ayuno consiste en ingerir sólo líquido, sin nada sólido, por lo que le consultaron hasta cuándo podrá mantener este ayuno sin perjudicar su salud. “La fortaleza que me da Dios no me va a dejar caer y voy a seguir hasta lo último. Estoy convencida que están bien, es algo interno, sé que muchos no lo van a entender”, insistió.



Al igual que su tío Claudio Sandoval, llevan los rosarios con cuentas de madera que hicieron los presos de la cárcel de Batán; se los hizo llegar el obispo de la ciudad. “Rezo el rosario completo todos los días y ayer una señora me regaló una virgen”.

Tras el reporte diario, la mayoría de los parientes y amigos de los marinos se retira. Algunos están en casas de familiares y otros, quienes llegaron desde provincias, fueron alojados por la Armada en un hotel del centro.

Miércoles, 29 de noviembre de 2017