PERSISTE EL PEDIDO NACIONAL POR LA EMERGENCIA ALIMENTARIA
Comedores afrontan el final del año con mayor demanda y los mismos recursos
Los comedores barriales de la ciudad se encuentran atravesando ya el final del año, sosteniéndose con lo justo en cuanto a alimentos y otros recursos que cada espacio pueda brindar, siempre con el esfuerzo solidario de las personas que se encargan de facilitar un plato de comida a quien lo necesite. Además de esto, algunos deben afrontar también el incremento de gente que se acerca en búsqueda de saciar su hambre, siendo cada vez más urgente una asistencia estatal o de colaboración por parte de más personas.
Esta situación se enmarca, a la vez, en el pedido de una declaración nacional de Emergencia Alimentaria que viene realizando desde el año pasado el Movimiento Social Barrios de Pie. Esta agrupación también solicitó al Gobierno provincial que se entregue una cantidad mayor de módulos alimentarios, pero todavía no obtuvieron respuestas. PUBLICIDAD
inRead invented by Teads Lo cierto es que en algunos comedores de la ciudad vienen advirtiendo desde hace tiempo un incremento en la demanda, que se sostiene aún en estos últimos meses del 2017. Ejemplo de esto es el comedor “Las manitos Corrientes”, del barrio Cichero, adonde suelen concurrir algunas personas que habitan en el parque Mitre o lugares cercanos. “Contamos con unas 320 raciones de comida por día, pero siempre se suma gente que está viviendo en el parque Mitre, o que son de otros barrios de la zona. Es gente de escasos recursos”, contó a El Litoral la coordinadora de dicho centro comunitario, Alejandra Casco. Según detalló, en lo que respecta a la cantidad de comida “estamos bien”, pero lo que les falta es personal que colabore en las tareas diarias del comedor. “A las personas que tenemos como mano de obra les pagamos con bolsas de mercadería, necesitaríamos recursos para esto”. Un panorama similar se vive en el comedor “Corazón Contento” del barrio Patono. Isabel Ríos, la coordinadora de dicho espacio, comentó que muchas veces reciben personas que no suelen frecuentar el lugar, aunque sólo van por la merienda porque muchas veces faltan los insumos para otro tipo de comidas. “Hay días que viene a buscar merienda gente que no conocemos, y que son de otros barrios. No sé si andan recorriendo los otros comedores y terminan acá, pero igual todo es insuficiente”, especificó Ríos, y señaló que “lo que siempre necesitamos es carne”. “Lamentablemente, no dispongo de los medios necesarios para recorrer los mataderos y ver si nos pueden donar”, manifestó la mujer.
Lunes, 27 de noviembre de 2017
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