VIOLENCIA DE GENERO
Relato en primera persona de una víctima
Carisa Bonazzi tiene 34 y una hija de cinco. Durante años, sin darse cuenta, fue víctima de un hombre que la violentó de todas las formas posibles. En 2013 fue tan brutal la agresión que casi la mata y en esta carta se animó a contar qué pasó esa noche.
Carisa vive en Puerto Madryn junto a su hija de cinco años. Es periodista y hace algunos días se animó a hacer público los hechos de violencia que tuvo que vivir de parte de su ex pareja y papá de su hija. "¡Callate puta!", me dijo a los gritos mientras me sujetaba del pelo y presionaba mi cara contra la pared. "No servís para nada! ¡No te atrevas a denunciarme porque te mato! ¡Si le decís a tu familia te hago desaparecer! ¡Vos no tenés idea de quién soy yo, ni Dios te salva de ésta!", le dijo en más de una oportunidad.
La mujer se animó a escribir una carta donde detalla cómo una noche del 2013, con su hijita aún bebé, casi muere asesinada de parte de su ex pareja. "¿Y cómo lo voy a denunciar?", pensaba por dentro, si ya no tenía la posibilidad de emitir ni una palabra de tan hinchada y reventada que tenía mi boca, porque mis labios estaban rotos y sangraban... Es todo lo que recuerdo de ese día".
"Me convertí en una mujer más que no denunció, que se sometió a la manipulación de un hombre que se cree que por tener plata o ser portador de un apellido reconocido le da el derecho de agredir a alguien,", contó la mujer y agregó. "Y así viví los últimos 12 meses que pude aguantar su violencia, sus golpes, su manipulación, su egoísmo, sus mentiras, sus infidelidades, sus borracheras, su vida de consumo desenfrenado"
Carisa contó que el hombre con el que vivía regresó a su departamento fuera de control. Solía consumir todo tipo de estupefacientes pero esa vez había sido demasiado. "Lo vi entrar a casa mientras tenía a mi bebé en brazos y llegué a ponerla en su cuna. Se dirigió directamente hasta donde yo estaba. Quise correr y gritar, pero me dio un puñetazo en mis costillas que me dejaron sin aire y caí en el piso. Me costaba respirar".
Carisa es periodista "En pocos segundos logró arrastrarme hasta la cama, se subió sobre mi panza, me puso una almohada en mi cara, y me pegaba muy fuerte. En un minuto me dolía todo el cuerpo: mis costillas, mis riñones, mis piernas, mi cara. Me sangraba la boca mientras seguía con la almohada en mi rostro hasta que sentí que me faltaba el aire. Ahí mi cuerpo dejó de responder a las órdenes que emitía mi cabeza. Quería salir corriendo pero no tenía fuerzas", relató. Carisa logró sobrevivir a la golpiza, no sabe qué fue lo que lo detuvo: si los llantos de su hija, si se dio cuenta lo que estaba haciendo. Pero logró escapar del lugar y pedir ayuda. El hombre se había escondido en el cuarto de su hija. "Él sacó la almohada de mi cara y sentí como el aire entraba por mi boca y mi nariz. Me miró y se puso de pie. Salí corriendo. Estaba descalza, tenía frío, tenía miedo, me temblaba todo el cuerpo" Sentí que me faltaba el aire. Ahí mi cuerpo dejó de responder a las órdenes que emitía mi cabeza.
"Llegó la policía y una ambulancia. Me hicieron muchas preguntas, pero yo sólo les pedía que sacaran a mi hija del departamento. Él se había encerrado con ella adentro. Mi beba lloraba y a pesar del aviso del personal policial, no abría la puerta..."
Martes, 11 de julio de 2017
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