LIGAS AGRARIAS
En Chaco, pidieron la elevación a juicio de seis imputados
Se trata de cuatro ex policías y un ex militar imputados por los crímenes de dos dirigentes campesinos del Chaco, Raúl Estigarribia y Carlos Píccoli, agravados por haber sido cometidos con "alevosía". Además, otro ex policía está procesado por la privación ilegítima de la libertad de tres productores rurales.
La Unidad de Asistencia para causas por violaciones a los Derechos Humanos durante el Terrorismo de Estado de Resistencia solicitó la elevación a juicio del ex teniente coronel del Ejército, Tadeo Bettolli, y del agente Miguel Antonio González, acusados por el homicidio agravado de Raúl Eduardo Gómez Estigarribia, y de los ex agentes policiales Carlos Chávez y Alcides Safenraiter, por el asesinato de Carlos Piccoli. El pedido de Carlos Amad, Patricio Sabadini, Diego Vigay y Horacio Francisco Rodríguez alcanza también al ex comisario José Francisco Rodríguez Valiente, por el delito de encubrimiento de ambos casos a través de la simulación de supuestos enfrentamientos, y al ex comisario general Eduardo Wischnivetzky por la privación ilegal de la libertad y tormentos de tres trabajadores rurales. Según la versión oficial, tanto Estigarrribia como Piccoli fallecieron en enfrentamientos con fuerzas de seguridad, y así quedó registrado en los sumarios policiales incorporados a un expediente de la justicia federal de la época. Sin embargo, la investigación, el procesamiento, la confirmación y ahora la elevación a juicio presentada por los representantes del Ministerio Público Fiscal indican que, en ambos casos, los dirigentes de las Ligas Agrarias habrían sido ejecutados. Los homicidios El dirigente rural y docente Gómez Estigarribia era “intensamente buscado” por las Fuerzas Armadas desde 1975, debido a su activa participación y militancia en las Ligas. El 12 de febrero de 1977 había organizado una reunión en una casa de la localidad de Corzuela, sobre la que tomó conocimiento el oficial de inteligencia del Ejército Bettolli, quien operaba en la zona en la persecución de la organización y montó un operativo para tenderle una emboscada. De acuerdo a la pesquisa, el Ejército y la Policía de Chaco habían dejado la luz prendida del exterior de la casa y se aseguraron de que Gómez Estigarribia no pudiera ingresar. Así quedó expuesto: fue atacado al llegar al lugar, con disparos de arma de fuego de todos los integrantes de la patota conjunta, lo que le provocó, según la autopsia policial, al menos tres heridas en el tórax, la pierna izquierda y una mano. Un testigo, que trasladó a Gómez Estigarribia, había asegurado que estaba desarmado, ya que habían viajado por la ruta y debían sortear los controles policiales sin correr riesgos. Sin embargo, a los familiares se les entregó un certificado de defunción del Registro Civil -adjuntado en el expediente judicial- que certificaba falsamente que el referente agrario había fallecido en un accidente, en la ciudad de Resistencia. Por su parte, Carlos Servando Piccoli debió exiliarse en España por la persecución que sufría desde 1975. En 1979 regresó a la provincia del Chaco y a la militancia junto a Armando Molina -quien permanece desaparecido-, para abocarse a la reconstrucción de las Ligas Agrarias a través de la visita y el diálogo con pequeños productores, así como la entrega de volantes que promovían el regreso de la democracia; siempre desde la clandestinidad, en resguardo de su vida. En las primeras horas del 22 de abril del ’79, Piccoli se trasladaba en bicicleta por un camino vecinal del paraje Pampa Florida de la zona rural de la ciudad de Sáenz Peña, cuando fue sorprendido por un retén policial, integrado por dos agentes armados con un fusil FAL y una pistola ametralladora PAM 3, y fue asesinado. En ambos casos fue concluyente el informe del Equipo Argentino de Antropología Forense -EAAF- que examinó los restos óseos exhumados de ambas víctimas: aportó precisiones e indicios para la reconstrucción de cómo fue la mecánica de los hechos de acuerdo a distintas heridas que impactaran en la estructura ósea de los hombres. Ello se integra y complementa con el resto del material probatorio. Torturas a pobladores y pequeños productores Por último, la acusación de la Unidad Fiscal respecto del ex comisario general Wischnivetzky está enmarcada en los crímenes de lesa humanidad relacionados con la persecución a militantes de Ligas Agrarias que sufrieron, durante la última dictadura cívico militar, los pobladores rurales y pequeños productores del interior del Chaco. En ese contexto, el entonces comisario de Villa Ángela habría comandado secuestros y torturas a integrantes de la organización campesina ocurridos en la localidad de Villa Berthet el 30 de agosto de 1976. Los tres productores fueron apresados de manera ilegal en la zona rural de Villa Berthet y torturados para sacarles información sobre las Ligas y, en particular, sobre Hugo Voucouber y Secundino Taco Vallejos, dirigentes de esa organización que eran buscados y que permanecen desaparecidos. Junto con los distintos testimonios que ubicaron a Wischnivetzky dirigiendo el operativo, se encontró además documentación de la época que certifica su presencia en el lugar en la fecha de los hechos.
Martes, 11 de julio de 2017
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