A la mujer le hicieron un estudio de orina que arrojó que tenía rastros de cocaína en su organismo. Su explicación fue de lo más extraña y se convirtió en uno de los temas más charlados en Australia.

Tara Seymour (30) es una enfermera de Melbourne, Australia, a la que se le encontraron rastros de cocaína durante una prueba de control en el hospital donde trabaja.

La enfermera se justificó contando que había tenido relaciones sexuales con otro médico que era adicto y que al transpirar y no bañarse, los restos habían permanecido en su organismo.

Si bien la mujer reconoció ante el Tribunal Civil y Administrativo de Victoria que en el pasado había consumido drogas, aseguró que no lo volvió a hacer antes del test.

Reveló que tuvo sexo sin protección y que además no se baño luego de practicar el acto. Salió de su casa, fue a almorzar y luego fue seleccionada para la prueba sorpresa a las 2 de la tarde.

La patóloga, Julia Chang dijo que esto era "altamente improbable", ya que se requería de un litro de semen o de transpiración para que los resultados fueran similares a los que se marcaron.

No es la primera vez que Seymour pasa por una situación así, ya que en el 2014 había sido acusada por la Autoridad de Regulación de Práctica de Salud de Australia por consumir drogas, pero no tuvo consecuencias.

Sin embargo en marzo del año pasado y por una denuncia anónima, le volvieron a hacer estudios y los resultados detectaron restos de metanfetamina, anfetamina y sedantes en su cabello. Fue suspendida un mes.


Viernes, 7 de julio de 2017