INCONVENIENTES Y DEMORAS EN LAS OBRAS
Hongos en oncología del Pediátrico, derivan a los pacientes al Garrahan
Ocho meses transcurrieron desde que se conoció que el hospital Pediátrico Juan Pablo II enfrentaba un serio problema de contaminación ambiental por hongos de humedad y que en ese momento generó la derivación a Buenos Aires de tres niños enfermos oncológicos en estado grave. A partir de entonces, en diversas oportunidades el Ministerio de Salud Pública de la Provincia anunció una serie de obras de reformas, además de la compra de equipamiento de refrigeración para intentar solucionar el problema de fondo que es el brote de Aspergillus producto de la falta de mantenimiento de las instalaciones y de los ductos de aire, sin embargo el déficit aún no fue corregido.
Fuentes del nosocomio confirmaron a NORTE de Corrientes que los trabajos de remodelación y acondicionamiento del área de Hemato-Oncología, que están prácticamente listos, no podrían ser habilitados debido a serios inconvenientes estructurales. Y lo que es peor aún, al parecer no pudieron eliminarse las colonias de hongos, que constituyen un riesgo para la salud inmunodeprimida de los pacientes oncológicos que llegaran a ser internados en esa área para tratamiento. Nuevos testeos realizados por especialistas del Chaco y que en oportunidades anteriores confirmaron la existencia de este moho en los ductos de los acondicionadores de aire y en las paredes y baños del sector, aún continúan pese a las refacciones que se llevan adelante.
Por la misma razón, los salones no pueden ser autorizados para comenzar a funcionar. El resultado de esto es que el área oncológica sigue prácticamente cerrada a la internación para los chicos que llegan requiriendo tratamiento y son directamente derivados a la Ciudad de Buenos Aires al hospital de niños Prof. Dr. Juan P. Garrahan, con los gastos que esto conlleva para las familias de los pequeños, en traslados y estadías. Hay que tener en cuenta otro dato.
COR190317-008F02.JPG El Pediátrico correntino es un centro de salud de referencia que recibe derivaciones de todas las localidades del interior provincial, pero también de provincias vecinas como Chaco y Formosa; por lo que hasta ahora la atención que debería realizarse allí, sólo se desarrolla a medias, y sólo se atiende a los niños en condición ambulatoria, pero no se admiten internaciones. Inclusive este medio pudo saber que en la actualidad, en esa área hay un solo chico en condición de internación, pero cuyo estado inmunológico no corre riesgo. Las autoridades del centro de salud y de la cartera sanitaria continúan sin atender los requerimientos de este diario por conocer las condiciones actuales del área oncológica. Las explicaciones oficiales son escasas y muchas veces nulas.
Las versiones sanitarias de que supuestamente se realizan obras llegan sólo a través de partes de prensa pero no son respuesta para contrarrestar una realidad y es que el área de Hemato-Oncología hace tiempo que no funciona como debería. Muy seguido se suele escuchar en las radios a padres muy apenados pidiendo ayuda a la comunidad para poder paliar los costos del pasaje y la estadía en Buenos Aires, para que sus hijos puedan recibir un tratamiento. Mientras tanto, un hospital que debería estar brindando un amplio y seguro tratamiento e internación oncológica, se ve obligado a enviar a los niños y sus familias a buscar ayuda, atención médica y esperanza de vida a mil kilómetros de sus hogares.
Las advertencias a este medio por parte de los padres de uno de los tres niños correntinos que fueron derivados en agosto de 2016 al hospital Garrahan de Buenos Aires, con un cuadro grave de infección en las vías respiratorias debido al hongo, alertaron sobre lo que ocurría en el Juan Pablo II.
En aquella oportunidad, también se conoció que fueron los profesionales del nosocomio porteño quienes dieron la voz de alerta por un brote por Aspergillus en el Pediátrico local. De acuerdo a los protocolos internacionales sobre salud se sabe que un solo caso de infección por Aspergillus confirma la existencia de brote. Y el año pasado se registraron tres. Desde entonces la opción ha sido la derivación directa para evitar nuevos casos, pero la cuestión es que las obras se demoran, los problemas de humedad y filtraciones son una constante y el hongo sigue presente.
Lunes, 20 de marzo de 2017
|