Lo más sobresaliente del compromiso se vivió con el gol del argentino Paulo Dybala, que fue titular todo el partido al igual que su compatriota Gonzalo Higuaín. Precisamente el Pipita fue quien forzó el penal que terminó cambiando por gol su compañero.

El ex goleador del Real Madrid empujó una pelota en la línea, pero el uruguayo Maximiliano Pereira se arrojó como si fuese el arquero para evitar que ingresara. El árbitro cobró penal y le mostró la tarjeta roja; la Joya lo cambió por gol.

El encuentro no tuvo complicaciones en el resto del trámite. Los italianos transcurrieron con serenidad y los portugueses, que habían caído 2-0 en la ida, no tuvieron ideas para asustar a su rival.

A la espera del sorteo de la llave de cuartos de final para conocer a su rival, la Vecchia Signora se enfocará en el torneo local, donde manda cómodo. Igualmente, tendrá que seguir mirando el torneo internacional ya que desde 1996, cuando levantó la Supercopa europea, la Champions y la Intercontinental, que no logra títulos de fuste fuera de su país.

Martes, 14 de marzo de 2017