BRASIL
Hallaron siete cadáveres tras una incursión de la policía en una favela
Los cuerpos fueron hallados por vecinos que los colocaron juntos, cubiertos por mantas, en una plaza donde fueron velados por familiares y amigos.
Al menos siete cadáveres fueron encontrados en la favela Ciudad de Dios, en Río de Janeiro, Brasil, después de que la Policía Militar realizara allí un gran operativo luego de que cuatro uniformados murieran anoche en un sitio cercano al caer el helicóptero en el que viajaban.
Un vecino afirmó que encontró a su hijo muerto con la cabeza hacia abajo, en señal de que había sido ejecutado, y otro sostuvo que los cuerpos tenían "heridas de cuchillo, como si hubiesen sido torturados".
La Policía reforzó su presencia en la favela ante la presunción de que el helicóptero haya sido abatido por criminales que actúan en la zona, aunque las autoridades no descartaban que la nave se hubiera precipitado debido a una falla mecánica.
Desde la mañana de ayer se registraron en Ciudad de Dios varios tiroteos entre policías y moradores, reportaron los diarios locales O Globo y Extra, entre otros medios.
A raíz de esos tiroteos, anoche se cerró en varios momentos la Línea Amarilla, una de las principales autopistas de Río de Janeiro, donde varios automovilistas abandonaron sus vehículos para protegerse tras los muros de la vía.
Hoy, la Policía cerró los principales accesos a Ciudad de Dios, un conjunto de barrios pobres en el que habitan unas 47.000 personas que se volvió célebre en 2002, a partir de la película que lleva el nombre de la favela, dirigida por Fernando Meirelles y Katia Lund.
El filme describe los enfrentamientos entre bandas rivales por el control del narcotráfico en la favela, un fenómeno que durante décadas fue común en diversas barriadas de Río de Janeiro.
Las organizaciones narcotraficantes fueron expulsadas de las favelas a partir de 2008, cuando el gobierno instaló las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en esas barriadas, pero en los últimos años los criminales iniciaron una ofensiva para recuperar el terreno perdido.
Esa ofensiva aumentó en los últimos meses, en medio del deterioro de la situación económica de Río de Janeiro, que, entre otras consecuencias, disminuyó los recursos destinados a la seguridad pública.
En ese contexto, en octubre pasado renunció José Mariano Beltrame, quien durante diez años había sido secretario de Seguridad Pública del estado Río de Janeiro y artífice de la política de pacificación de las favelas.
Pocos días después se alejó de su cargo el jefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Fernando Veloso, a raíz de la "falta de recursos" y la "dificultad de las misiones confiadas", según explicó.
El programa de pacificación alejó a las bandas narcotraficantes de unas 200 favelas en las que vive más de 1,5 millón de personas, pero también multiplicó las denuncias de abusos policiales.
Lunes, 21 de noviembre de 2016
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