SIRIA
Damasco, Turquía y el EI protagonizaron un fin de semana de violencia en Siria
Como represalia del atentado del atentado del martes pasado contra el aeropuerto de Estambul que dejó 25 víctimas fatales, el Ejército turco lanzó un ataque de artillería contra dos depósitos de armas y dos autos del EI, según informó la agencia de noticias turca Anadolu.
Paralelamente, el Ejército turco también lanzó un ataque similar contra la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) -un grupo con el que reactivaron un viejo conflicto armado el año pasado- en la región de Avasin-Basyan, en el norte de la vecina Irak.
Al día siguiente de que Turquía bombardeara parte del norte de Siria, no muy lejos de allí, en el noroeste del país, el EI lanzó este domingo una contraofensiva para romper el cerco creado por la coalición de milicias sirias y kurdas, Fuerzas de Siria Democrática (FSD) alrededor de la estratégica ciudad de Manbech, uno de los principales bastiones de los islamistas en la provincia de Alepo desde 2014.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, informó que comenzaron duros combates, que probablemente continúen durante varios días y con un importante saldo de víctimas, según la agencia de noticias EFE.
Las FSD son un grupo en principio considerado insurgente, pero en los últimos tiempos parecen tener un entendimiento de facto con el gobierno sirio, especialmente tras haberse convertido en el principal dique de contención del EI en el norte del país.
Hace sólo unos días, combatientes de las FSD impusieron un cerco sobre Manbech en un intento por comenzar a estrangular al EI antes de lanzar una ofensiva final para recuperar el control de la localidad.
Tomar esa urbe es un paso necesario antes de avanzar hacia la región y, finalmente, la ciudad de Al Raqa, el principal bastión de la milicia extremista en Siria.
En tanto, en el suroeste del país, el Ejército sirio continuó este fin de semana su campaña de bombardeos contra la localidad de Yirud, el principal bastión de la insurgencia en las afueras de Damasco, la capital del país.
El Observatorio informó que al menos 43 personas fallecieron el sábado por los bombardeos aéreos, entre ellos cinco niños y mujeres, y dos médicos.
Parte de la población de Yirud salió a las calles después de los bombardeos y pidió que los milicianos opositores abandonen la ciudad para evitar nuevos ataques del Ejército.
Tanto la oposición como parte de la comunidad internacional piden que Damasco suspenda este tipo de bombardeos aéreos sobre zonas con alta concentración de población civil. Sin embargo, el gobierno de Bashar al Assad, sigue sosteniendo que los ataques del Ejército sólo tienen como objetivo a grupos armados insurgentes.
Desde que comenzó la guerra en marzo de 2011, más de 270.000 personas fallecieron y más de la mitad de la población tuvo que abandonar sus casas y refugiarse en otra ciudad, en el campo o fuera del país, según cifras de la ONU.
Lunes, 4 de julio de 2016
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