SANTO TOMÉ
Se reaviva el intento de radicación de una “saladita”
En unas 100 hectáreas la obra pretende estar lista en septiembre. Se presentaron al Municipio los detalles, aunque autoridades desconocieron la gestión. Cámaras de comercio analizan la cobertura de la Ley “anti saladitas” y sentarán postura el martes.
Aunque parecía olvidada, la iniciativa no caducó, y Santo Tomé sigue siendo el lugar “estratégico” elegido para radicar “un megapolo comercial, como el de La Salada de Punta Mogotes”, pero en territorio correntino. Así lo ratificó a época Jorge Castillo, el administrador de la megaferia, quien visitó esta semana la localidad correntina y presentó al Municipio el proyecto que pretende desarrollar en un predio de 100 hectáreas. Parte del lote sería para el emprendimiento comercial, con unos 700 locales, y otras 60 hectáreas se destinarían a lotes de un barrio privado. Castillo advirtió a época que busca avanzar con la iniciativa “en el marco de la Ley”, y pretende inaugurarlo en septiembre. “Hicimos la presentación al Municipio, y pedimos las ordenanzas que regulan la actividad, porque queremos ajustarnos a las normativas. La intención siempre fue estar dentro de la Ley, y construir el emprendimiento para generar puestos de trabajo en ese lugar estratégico, por la frontera con Brasil”, expresó Jorge Castillo, administrador de La Salada.
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— Según detalló, el proyecto implica la construcción en dos etapas, de las cuales la primera se centra en la feria comercial. “Lo primero será armar el paseo de compras, con dos plantas en las que caben 700 locales, con escaleras mecánicas y espacios para el centro de capacitación. Como en la feria que ya funciona en Mendoza, la intención es capacitar a la gente en la confección de ropa”, explicó. Lo siguiente sería la construcción de “un barrio náutico”, que ocuparía las 60 hectáreas restantes, e incluye el proyecto de dragar un arroyo que permita la salida de embarcaciones desde y hacia el predio con el río Uruguay. “Tenemos la experiencia similar a la de Mendoza, y tenemos la intención de hacer una gran inversión”, aseguró Castillo. El administrador de la Salada tiene puesto “el ojo” en Santo Tomé desde hace tres años, pese a la polémica que generó en el ámbito privado local, donde reclamaron desde entonces que el megaemprendimiento no se radicara cerca. No obstante, Castillo ratificó su intención y ahora hasta le puso a la obra una fecha de inauguración: el 21 de septiembre próximo. “Desde ese lugar aspiramos a abastecer de indumentaria la región, pero también a Brasil y Paraguay”, detalló Castillo, a la vez que describió el emprendimiento como “un shopping para gente de menos recursos”. Respecto a las capacitaciones, recordó la modalidad con que funciona el centro de La Salada en Mendoza. “A quienes participan de los talleres y confeccionan la ropa, luego les ofrecemos los locales gratuitamente para que puedan comercializarla”, sostuvo. La obra contempla además la radicación de una terminal de colectivos dentro del predio, y un mercado de concentración de alimentos para los productores frutihortícolas de la región, además de un espacio para el remate de ganado.
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— Respecto del barrio náutico, Castillo anticipó que se pretende dividir las 60 hectáreas en unos 250 terrenos, con los frentes de las casas orientados hacia una calle principal. “Por detrás estaría el amarradero, donde desembarcar y atracar las lanchas. Luego se venderán los terrenos con las construcciones desde el pozo. Todas las casas tendrán un estilo de arquitectura similar”, describió. Ahora, aunque el proyecto ya fue presentado, Castillo criticó no haber sido recibido formalmente por ninguna autoridad local. “Se escondieron, así que lo presentamos por Mesa de Entradas”, relató. Ahora, anticipó que esperará solo “pocos días”, para obtener una respuesta con las ordenanzas requeridas. “Tenemos tres meses para construir. Y no vamos a hacer nada ilegal, nos ajustamos a derecho, no nos pueden negar hacer una inversión libremente”, sostuvo. En ese sentido, anticipó que no descarta iniciar acciones legales para requerir “pronta respuesta” a sus requerimientos. “Cada local que se instale es una PYME, y son las PYME las que motorizan la economía”, enfatizó, en tanto aseguró que el emprendimiento generará unos 900 puestos de trabajo de los cuales el 90% serían para personas de la localidad. “Queremos cambiar la matriz productiva de la región, y vender desde Santo Tomé a Brasil y Paraguay”, sostuvo al final. Posición tomada Mientras desde el Municipio local no terminan de sentar postura respecto de la radicación de la megaferia -la iniciativa ya generó polémica años atrás pero el Concejo Deliberante no avanzó con ordenanzas específicas al respecto- desde la Asociación de Comercio de Santo Tomé anticiparon a época que se reunirán durante el fin de semana para evaluar la situación. Y luego comunicar (el martes próximo) su perspectiva al respecto. “Vamos a pedir informes al Concejo respecto de las normativas que existen. “Aunque no estamos en contra de nadie que venga a radicarse en Santo Tomé con inversiones, exigiremos que todo sea en un marco de legalidad. Tanto el pago de impuestos, como la infraestructura y la contratación de personal. Sobre todo, que no sea dentro del casco urbano”, recordó al ser consultado por este medio Francisco Lavalle, presidente de la Cámara de Comercio santotomeña.
Ley provincial La Ley Nº6331, que declara el “riesgo en el sistema comercial” de la provincia, fue aprobada en 2013 y prorrogada por tres años por la Legislatura correntina en 2014. El texto de la legislación, impulsada por el diputado José Fernández Affur, describe a La Salada como “la feria ilegal más grande de América Latina”, y prohíbe la radicación en el ámbito de la Provincia de Corrientes de nuevas grandes superficies comerciales vinculadas a formatos no tradicionales, ferias internadas -transitorias y permanentes- o de formatos similares, cualquiera fuere su metodología o modalidad de funcionamiento. Consultado por época, el legislador recordó que “la Ley sigue en pie, y es clara la prohibición de la radicación de grandes emprendimientos no formales”. En ese sentido, además, recordó que entre los parámetros que se evalúan para categorizar este tipo de instalaciones se cuenta que “se pueda garantizar la trazabilidad de la mercadería, además del cumplimiento en el pago de impuestos, tasas y demás requisitos formales para la actividad comercial”, sostuvo. Asimismo, Affur instó a la Cámara de Comercio a “buscar el respaldo” de ordenanzas locales.
Lunes, 27 de junio de 2016
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