¡GUERRA DECLARADA!
Las duras acusaciones de Fede Bal contra Barbie y Nazarena Velez
Un mes y medio después de su escandalosa separación de Barbie Vélez, el actor parece recuperado. Fue visto con una rubia llamada Cleopatra Caballero. Tiene 23 años, es modelo y vive en Santa Fe.
No estoy para ponerme de novio, aclara él. Y cuenta que va a mudarse del departamento que le destrozó su ex.
La madrugada del sábado 30 de abril cambió para siempre la vida de Federico Bal (25). En primer lugar, porque le dio un corte definitivo a su relación con Bárbara Vélez (21), su novia desde el verano de 2015. De un día para el otro, la mujer que amaba, con quien convivía, soñaba casarse y fantaseaba tener hijos, se convirtió en su enemiga pública número uno. Pero lo más duro fue verse por primera vez en el centro de la polémica por las acusaciones de violencia de género que inició su ex, la exposición que tuvo el tema en los medios y las repercusiones casi diarias que trajo el episodio. Todo explotó a partir de las versiones –desmentidas por los protagonistas– de que Fede estaba viviendo un romance con Laurita Fernández, su compañera en el Bailando… –lo ganaron el año pasado–.
Un mes y medio más tarde, Fede está reconstruyendo su historia. Mientras la Justicia se encarga de estudiar las pruebas y las declaraciones de los implicados, él ensaya para estar otra vez en el Bailando… y hace teatro con Enredados, comedia que gira todos los fines de semana por el interior del país. En el medio, los abogados de Barbie impusieron un perímetro de restricción de 300 metros entre su defendida y Bal. Seguir Federico Bal ✔ @balfederico Poder hablar. Poder explicar. Poder trabajar. Poder ser nuevamente feliz. Infinitas gracias @cuervotinelli ! Noches q duran toda la vida. 14:58 - 10 jun 2016 · Coronel de Marina Leonardo Rosales, Argentina, Argentina 403 403 Retweets3.832 3.832 me gusta
La tensión pasaba por saber qué pasaría cuando se tuvieran que cruzar en el programa de Tinelli. Sin embargo, la semana pasada, finalmente, la hija de Nazarena decidió bajarse del certamen. Fue en el contexto de Ni una menos, el reclamo que desde el año pasado intenta concientizar a la sociedad en la lucha contra de la violencia de género. Unos días más tarde, Fede volvió a ser noticia por la aparición de una hermosa rubia llamada Cleopatra Caballero (23), a quien se señaló como su nueva novia. El martes 7 se los vio juntos a la salida de un cine, y la ¿pareja? evitó hacer declaraciones. Un día más tarde hablaron, ¿y qué dijeron? Reina del Nilo. Cleopatra tiene nombre de reina egipcia, pero su hogar queda a la vera de nuestro Paraná, en la ciudad de Santa Fe. Nadie sabe qué tenía la Cleopatra histórica para conquistar a hombres como Julio César o Marco Antonio, pero sí se sabe qué tiene esta Cleo, la nuestra, que le devolvió la sonrisa a Fede Bal. Se conocieron hace tres años, por medio de Twitter. Ella lo seguía a él, él empezó a seguirla a ella, y luego de varios mensajes privados organizaron un encuentro cara a cara. Fue en una visita de Fede a la capital santafesina, en gira con una de las revistas que llevaba adelante mamá Carmen. Cleo fue al teatro con sus padres –invitada por Fede– y después se vio con el menor de los Bal, cenaron, fueron a bailar y la pasaron muy bien. Tanto que desde aquella noche hasta acá mantuvieron el contacto a la distancia a través del chat. Una relación de “amistad cercana” que sólo se interrumpió en tiempos en que Cleo estuvo de novia, o cuando Fede salía con Barbie. Hoy, que están solos, volvieron a verse. ¿Casualidad? “La pasamos bien. Somos amigos con derechos, se puede decir. Fuimos al cine a ver una película, nada más”, declaró Cleopatra en el programa de Angel de Brito. Y agregó: “Siempre estuvimos en relación, nunca dejamos de hablar. Ahora lo estoy ayudando, nada más. Soy una amiga. ¿Si estoy enamorada? Sí, lo quiero mucho, no sé si enamorada. Nos amamos los dos, siempre vamos a estar el uno para el otro, ayudándonos. Nos queremos mucho”. En el peor momento de Fede, ella apareció y ofreció su hombro para consolarlo. Viajó hasta Buenos Aires y se quedó unos días para hacerle el aguante. Como bien lo dice su nombre, una reina. Habló Fede. Del otro lado del teléfono, atiende un Fede distinto al de otros tiempos. Ya no se ríe avergonzado por las peleas de su familia. Ya no habla de amor eterno por la princesita que se levantó en el verano. Ya no se lo oye entusiasmado por la posibilidad de ganar el Bailando del año pasado. Ese pibe divertido, atorrante y feliz hoy suena golpeado. “Si un amigo me llama y me pregunta cómo estoy le digo que estoy fuerte”, dice. Pero la verdad es que parece estar cansado y molesto de tener que remover una herida que todavía sigue abierta. “Yo estoy haciendo todo lo que tengo que hacer en la Justicia, en el lugar que corresponde. Estos temas hay que tocarlos en un juzgado y no en la televisión”, explica. –Hablemos de Cleo, ¿quién es ella? –La conozco desde hace tres años, es de Santa Fe, es modelo. Es amiga de siempre. Ahora que me separé se hizo cada vez más presente. Ella me distrae, me divierte, es una buena mina. Pero no es mi novia. Es una amiga que me hace bien, nos vemos y la pasamos bien. Ahora se volvió para allá, tenemos contacto por chat y nos vemos cuando podemos. –¿Siempre estuvieron en contacto? –Durante la relación con Barbie ambos nos respetamos, y ella no me escribía. Barbie era muy celosa, y cambié mi relación con ella. Ella es modelo, hace campañas, y labura en un gimnasio. La conocí en Twitter, escribe cosas muy graciosas. Tiene una personalidad que se caga en todo, y eso me cae genial. –¿Son novios? –Por la distancia somos más amigos que novios. Somos como amigotes. Ella tuvo una relación y yo dejé de mandarle mensajes. El tiempo va pasando y uno va perdiendo oportunidades. –¿Podrías ponerte de novio con ella? –Siento que no podría ponerme de novio con nadie por mucho tiempo. Necesito estar solo, volver a encontrarme conmigo. –Ella dijo que son “amigos con derechos”. –Yo la quiero mucho, me hace bien, me distrae y me divierte. Es todo lo que necesito en este momento. –¿Cómo está tu mamá? –Mi mamá está como puede, pero un poco mejor… porque ya se dio cuenta de que las cosas están saliendo bien. La gente no me bajó el pulgar. Yo tenía mucho miedo de eso. En la gira lo veo todos los fines de semana, que la gente viene al teatro, me aplaude… Es un placer para mí descubrir que no todo está perdido. Porque después de todas las declaraciones de ella y de su mamá, yo sentía que no iba poder trabajar nunca más… Porque es muy difícil que me culpen de algo tan grande como la violencia de género, cuando ellas saben bien cómo fueron las cosas, que yo nunca ejercí violencia de género sobre ella. Nunca. Nunca en mi vida. –¿Cómo recordás ese fin de semana en que comenzó todo esto? –Fue una locura, yo tuve que agarrarla y frenarla porque me estaba rompiendo todo el departamento. Por un ataque de locura, por un mensaje que vio, que sintió que le estaba siendo infiel y entonces arrancó el caos. –¿Hoy vivís solo? –Sí, necesitaba sentirme así hace rato. Me voy a mudar porque esta casa me trae muchos recuerdos. Ya compré otro departamento cerca de acá, en Belgrano. Estoy disfrutando mucho la soledad, hacer lo que quiero, acostarme a la hora que quiero, que nadie me controle, que nadie me revise los mensajes, llegar a la hora que quiero… Hago mi vida, entreno muchísimo, voy al gimnasio, ensayo para el Bailando…, la paso genial. –¿Qué sentiste cuando se bajó del Bailando…? –Me sorprendió. Pero no me voy a sentir culpable. Ella fue la persona que me puso una medida perimetral. Yo estoy contratado de palabra desde 2015 para el Bailando…, Marcelo Tinelli lo dijo en una nota. Ella me puso una medida perimetral y ahora la llaman por todo este quilombo. La contratan y ella está violando su medida perimetral. Ella dijo que se baja del Bailando… porque era banalizar el tema de la violencia de género. Pero banalizarlo es hacer tapas de revista diciendo “de los golpes no voy a hablar” y mostrando moretones. Banalizarlo es ir a la marcha de Ni una menos y sacarse fotos contra un paredón con grafitis, cuando yo nunca fui violento. Culparme de golpeador con una campaña tan fuerte como Ni una menos es cagarse en todas las mujeres que sufren violencia de género. Es muy grave lo que está haciendo, y no se da cuenta. –¿Sentís que ella actúa por su cuenta o que la manda alguien? –Ella actúa por un gran despecho, por un gran enojo. Por esa supuesta infidelidad que ella siente que hubo con Laura. Y siento que está manejada por su mamá, claramente.
Martes, 21 de junio de 2016
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