La ex presidenta emitió un comunicado para desmentir los rumores que sostienen que durante su mandato realizó "rees secretas" en Olivos con miembros del Poder Judicial.

Luego de su reaparición pública el 13 de abril, cuando fue citada por el juez Claudio Bonadio para declarar sobre la llamada causa de “dólar futuro”, y la seguidilla de rees que mantuvo con dirigentes y legisladores del Frente para la Victoria, Cristina Fernández había vuelto a llamarse a silencio.


Sin embargo, bastó que la ex presidenta leyera la publicación en algunos medios de supuestas “rees secretas” que habría mantenido en Olivos con miembros del Poder Judicial durante su gestión para romper nuevamente ese silencio.


La ex mandataria apeló a su cuenta de Facebook para publicar un texto en el que desmiente terminantemente esas versiones.


“Ante la publicación en algunos medios de difusión sobre “rees secretas” realizadas, durante mi gestión, en la residencia de Olivos con algún miembro del Poder Judicial, considero un deber y por lo tanto una responsabilidad institucional comunicar que nunca hubo “rees secretas” durante mi gestión con miembros del Poder Judicial, ni en la residencia de Olivos, ni en ninguna otra parte”, arranca la publicación.


“Las únicas rees que mantuve en la Jefatura de Gabinete de Olivos con miembros del Poder Judicial no fueron secretas (por otra parte algo casi imposible en la Argentina), y se realizaron, únicamente, con miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con los Dres. Sesin y Sarrabayrouse”, agrega.


Cristina explica que “en efecto, por obvias razones de carácter institucional, he mantenido rees con el Dr. Lorenzetti, con la Dra. Highton de Nolasco y los Dres. Zaffaroni y Petracchi” y que “la llevada a cabo con los otros dos magistrados fue con motivo del envío, oportunamente, de sus pliegos al Senado de la Nación para completar la integración de la Corte”.


La ex jefa de Estado aclara también que “no acostumbro a estar desmintiendo cada una de las barbaridades que cotidianamente se publican, o dicen distintos personajes ante un micrófono o una cámara de televisión”, al mismo tiempo que sostiene que el hecho de que “pretendan vincularme con un juez de Comodoro Py es absolutamente inaceptable, sobre todo cuando el juez es, nada menos que el Dr. Casanello”.


“Sí, el mismo que absolvió a Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales, al día siguiente que asumiera como presidente, sin que a nadie se le moviera un pelo. Francamente tragicómico, si no estuviéramos hablando de las principales instituciones de la Republica”, agrega al respecto.


La ex mandataria explica también que “el Dr. Casanello, a quien no conozco, ni nunca vi en mi vida, es el juez que tiene a su cargo la investigación del mayor escándalo de corrupción internacional de los últimos tiempos: los mundialmente conocidos como “Panamá Papers”.


“Este escándalo que a nivel internacional ha provocado la renuncia de primeros ministros y distintos funcionarios en otros países, no ha movido en la Argentina el amperímetro judicial, ni tampoco el del Parlamento”, cuestiona.


“¿Alguien puede siquiera imaginar que hubiera ocurrido en el Congreso Nacional, si 'Panamá Papers' hubiera ocurrido durante mi gestión y los protagonistas hubiéramos sido mi gobierno, mi familia y mis amigos?”, se pregunta.


“Lo que vimos en Brasil con la compañera Dilma Russeff hubiera sido apenas una película para niños”, se respondió a sí misma.


“Ni que hablar de cómo se está desarrollando la causa “Panamá Papers” en el otro poder: el judicial. Si cualquier ciudadano compara la actividad, literalmente espectacular y cinematográfica del Dr. Casanello, en alguna otra causa, con centenares de allanamientos televisados, casas fotografiadas y hasta perforaciones 'en tiempo real´ en medio de la estepa patagónica, le resultará muy difícil entender la opacidad y secretismo en la causa Panamá Papers”, lanzó.


“Pero más difícil le resultará aún vincularlo con mí persona, aunque en “el planeta” Comodoro Py, todo es posible”, ironizó.


“He sido, soy y seguiré siendo objeto de la más feroz campaña de persecución política, mediática y judicial, de la que se tenga memoria en las últimas décadas, sólo comparable a la que sufrieron otros presidentes, comprometidos con el bienestar del pueblo y los intereses de la Nación, que desafortunadamente fueron muy pocos”, sentenció.



“No me quejo, sé que es el precio que tenemos que pagar “los que le hicimos creer” a la gran mayoría de los argentinos que tenían derecho a vivir mejor”, concluyó, fiel a su estilo.

Lunes, 30 de mayo de 2016