MERCEDES
Replican iniciativa del perchero solidario en terminal
La propuesta de habilitar un espacio público con abrigos donados por la comunidad, para que quienes padecen el invierno puedan tomarlos, se extendió ahora al interior.
“En sólo tres días, muchas personas se acercaron a colaborar con camperas, bufandas y otras prendas para el invierno. La adhesión de los ciudadanos mercedeños fue muy grande, esta comunidad es muy solidaria”, evaluó en diálogo con época Yésica Escalante. La joven es quien coordina las actividades del Rotaract Club Mercedes, dentro del distrito 4.845. El grupo, que se vincula con la organización internacional sin fines de lucro Rotary Club, reúne a unos 18 jóvenes que participan activamente en distintos programas voluntarios pensados para la comunidad en que viven. El miércoles pasado acompañaron la inauguración de un “Perchero Solidario”, que ya es por lo menos el cuarto que funciona en la provincia, considerando que la capital correntina tiene otras tres iniciativas similares. “La propuesta surgió de una vecina de la ciudad y nosotros quisimos ayudar para fomentar la donación de abrigos para las personas más vulnerables”, explicó Escalante. “Nos pareció una gran oportunidad para ayudar a las personas que más necesitan y dejar así una huella de nuestro compromiso y dedicación en nuestra ciudad”, remarcó la joven. Y aunque consideró que en su ciudad “no se ven muchas personas viviendo en la calle”, aseguró que existen “familias en alto estado de vulnerabilidad, que necesitan lo más básico, como vestimenta adecuada para el invierno”, sostuvo. En ese sentido, recordó también que son muchas las viviendas precarias, con paredes de nailon, en los barrios periféricos al casco céntrico. “Apuntamos a sumar lo que podamos para esas personas”, recordó. Así, por la alta concurrencia de gente y la accesibilidad que tiene la estación terminal de colectivos, se resolvió instalar en ese lugar el perchero. “A veces hay personas que van a dormir allí”, explicó Escalante. Y aunque no es algo que pueda encontrarse “con mucha frecuencia”, en ocasiones sucede. “Hay un albergue donde van las personas pero siempre quedan uno o dos que no van porque les queda un poco lejos. Se albergan en la terminal, en un salón cerrado donde pueden dormir con menos frío”, relató.
Compromiso que crece Además de celebrar el impulso que tomó la propuesta del perchero solidario, Yésica Escalante destacó la vocación voluntaria de los jóvenes que la acompañan en Rortaract. “Aunque la cantidad de personas fluctúa en el grupo, estamos contentos por haber crecido tanto. Hacía tiempo no se veían tantas personas participando. Hace cuatro años no éramos más que cinco jóvenes y ahora somos cerca de 20”, apuntó. Por otra parte, el equipo de voluntarios del Rortaract trabaja en estos días en un programa que se llama “Mi escuelita, mi hogar”, con dos establecimientos educativos de la ciudad de Mercedes y otra del ámbito rural. Entre los objetivos, apunta a acondicionar los edificios y además poder dotar a la escuela de la zona rural de un gabinete de computación para los niños que allí asisten.
Lunes, 23 de mayo de 2016
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