En medio del estado de alerta en el que se mantienen los médicos del Hospital “Samuel W. Robinson” en reclamo de mejoras laborales y edilicias urgentes, se reiteraron públicamente su demanda a Salud Pública y al Gobernador de Corrientes, a través de una conferencia de prensa.

Los profesionales permanecerán en alerta hasta que se realicen obras para solucionar el mal estado edilicio y la precarización laboral.


Durante la mañana de ayer, el grupo de profesionales de la salud convocaron a los medios de comunicación social y a los vecinos en las instalaciones del hospital, para dar a conocer y exhibir a la comunidad las problemáticas que posee el nosocomio. En la reunión se explicó que “hay situaciones que hace años se viven en el hospital, por lo que ya se han dirigido al ministro de Salud, al Gobernador, al intendente y al Concejo Deliberante por medio de notas y que nunca salieron a la prensa antes, aunque ahora lo realizan luego de no tener contestación”, expresó la doctora Claudia Sosa, y agregó: “El edificio del hospital es viejo y hace un tiempo se viene deteriorando. Con estas últimas lluvias se agravó la situación, tenemos lugares con humedad y paredes que se están descascarando. En algunos sectores no hay agua, y como todo edificio antiguo posee áreas que no se pueden ocupar como los de internación y guardia. Por ello, una de las cosas que le pedimos al ministro es que se ocupe de esta situación, ya que nos habían dicho hace dos meses que había una partida de dinero para realizar refacciones, pero no empezaron todavía y cada vez se deteriora más”. Otro punto central de la demanda es que se “dejen de derivar tantos pacientes, por falencias que se deben solucionar”. “Ya no queremos que se tengan que trasladar a otras poblaciones a las parturientas o por emergencias quirúrgicas que antes se solucionaban a nivel local, como hernias, colecistitis (inflamación de la vesícula), apendicitis o cesáreas. Muchas veces los pacientes son maltratados, incluso por los médicos de otras localidades, que se ven excedidos por las problemáticas por las que se los derivan. La gente que tiene que ser trasladada es la que menos tiene, no poseen los medios para manejarse y muchas veces regresan a dedo con un recién nacido”, dijo Sosa. En medio de la charla, el doctor Luis Rossi expresó: “Habría una partida de dinero para arreglar el hospital, vinieron de la Secretaría de Planeamiento de la Provincia a observar el lugar y los arreglos se iniciarían muy pronto. Tenemos muchos problemas en la parte de internación porque en algunas de las habitaciones entra mucha agua. El director del hospital está al tanto de nuestro reclamo y es quien eleva las notas que enviamos. Monte Caseros antes tenía un porcentaje muy bajo de traslados, solamente se hacían en caso de complejidad médica y quirúrgica que no se podían resolver y ahora es demasiado alto el número de derivaciones a Mocoretá, Curuzú Cuatiá, Mercedes, Paso de los Libres y a Corrientes”. La situación desnuda las grandes fallas que empobrecen al sistema sanitario provincial. Las localidades cabeceras que son centro de las mayores derivaciones en la provincia están colapsando, por la concentración de pacientes. “Estas localidades también tienen inconvenientes con los pacientes. Por ejemplo en Curuzú Cuatiá hay problemas con las coberturas de las guardias y hay pocos anestesistas”, explicó Rossi. “Lo que más nos alarma es la precarización en la tarea, antes no derivábamos un parto normal. Pero, ahora los contratos laborales de los anestesistas no pueden cubrir los 30 días de guardia”. remarcó Monzón.

Miércoles, 4 de mayo de 2016